Aunque las enfermedades reumáticas no suelen ser asociadas con los años de la infancia, las personas en edad pediátrica también pueden padecerlas. Y es importante tener un rol activo en el tratamiento a lo largo del tiempo.
“Dado que las enfermedades reumáticas infantiles son, en su gran mayoría crónicas, cuyo curso se va a prolongar a lo largo de los años, se ha realizado una actualización de temas como la evolución durante la edad adulta de estas patologías o el embarazo”, apuntó la médica Alina Boteanu, reumatóloga que trabaja en el Hospital Universitario Ramón y Cajal de la ciudad de Madrid.
Dolor e inflamación de las articulaciones, erupciones de la piel, fiebre, aumento del tamaño de los ganglios, inflamación de los ojos, cansancio y retraso del crecimiento son algunos de los variados síntomas que puede presentar quien la padece.
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Estos son algunos consejos para padres a la hora del tratamiento de sus hijos, con el fin de evitar problemas más graves en la salud. Surgieron de un encuentro organizado por la Sociedad Española de Reumatología (SER) que, además, sirvió para que expertos españoles y del resto del mundo contaran novedades sobre el tratamiento de las enfermedades reumatológicas infantiles, como es el caso de la artritis idiopático juvenil o el lupus eritematoso sistémico.
Algunas señales para estar muy atentos a sus signos y síntomas para poder recibir un diagnóstico precoz y tratamiento temprano, son los siguientes:
- Debemos respetar el calendario de vacunación del menor, a menos que exista alguna contraindicación que señalará el especialista en reumatología.
- Es importante llevar un registro de los episodios de fiebre u otros síntomas relacionados con el niño. Llevar esos datos suele ser de ayuda para los especialistas.
- El descanso y la actividad física son importantes. Lo son en cualquier niño, pero especialmente en los que padecen enfermedades reumáticas. “El objetivo es lograr una vida normal para su hijo”, dicen los profesionales de la SER.
- Seguir el tratamiento al pie de la letra. Eso ayudará a lograr una mayor efectividad en los medicamentos y a llevar un calendario con las fechas importantes.
- No abandonar el seguimiento de la enfermedad. Incluso en casos en los que esté controlada por largo tiempo.
- Evitar las consultas en los buscadores. Hay mucha información, pero en algunos casos puede ser confusa y generar angustia. Buscar páginas que estén avaladas científicamente.
- Algunas de las enfermedades reumatológicas en los niños suelen ser crónicas. Los padres deben estar atentos en la etapa de transición, cuando se pasa de las consultas infantiles a las de adultos para garantizar el tratamiento.
- No ocultar información a los niños. Los especialistas coinciden en señalar que es oportuno hablar, explicarles en qué consiste su enfermedad y resolver sus dudas. O directamente que lo haga el médico con los aspectos que le preocupen de su salud.
- Ser receptivo a las derivaciones del especialista en reumatología. Es una enfermedad que requerirá múltiples visitas a otros médicos; por ejemplo, oftalmólogos y rehabilitadores, entre otros.
- Hacer del especialista un aliado y no dejar de consultarle sobre nuevos tratamientos o síntomas que pueden aparecer.
Fuente: EFE