La parálisis cerebral es una condición neurológica que se origina por una lesión cerebral en etapas tempranas del desarrollo. Puede producirse antes, durante o después del nacimiento y afecta la postura, la movilidad y, en muchos casos, otras funciones del cuerpo.
El tratamiento suele ser integral: desde rehabilitación temprana con kinesiología, psicomotricidad y fonoaudiología, hasta terapias para la estimulación cognitiva, la comunicación y la integración social.
Una historia de lucha cuando todo parecía imposible
“Cuando Bauti nació, nos cambió la vida”, contó María Victoria Venturini, mamá de un niño con hidropsia fetal y anemia severa. A los 10 días de vida, tuvo una hemorragia cerebral grado 4: “Nos dijeron que éramos muy jóvenes para tener un hijo que iba a ser un ‘vegetal’, pero él seguía luchando y nosotros no lo íbamos a soltar así”.

A los casi 30 días de vida, operaron a Bauti para tratar una hidrocefalia. “Recuerdo al médico que lo iba a operar: nos dijo ‘esto es más estético’, porque médicamente no se podía hacer nada. Pero después de esa cirugía, todo empezó a mejorar. Salimos de la neo con todo tipo de indicaciones y comenzó la rehabilitación desde bebé, con estimulación temprana. Actualmente, hace dos años que no tiene crisis epilépticas”, agregó.
Hoy, Bauti tiene parálisis cerebral, retraso madurativo y necesita acompañamiento constante. “Después de todo lo que nos dijeron, siempre agradezco que Bauti sea como es. Podría haber sido peor”, expresó. “Convivir con él es un desafío constante”, resumió.
Tratamientos, avances y redes de apoyo
Bauti asiste cuatro días a una escuela especial y un día a una escuela común. Además, va a dos centros de rehabilitación infantil donde realiza kinesiología, fonoaudiología, terapia ocupacional, psicomotricidad, hidroterapia y también tiene apoyo psicológico.
“Nos enseñaron a frenar las convulsiones y nos convertimos, un poco, en sus enfermeros”, recordó su mamá. La rehabilitación y el acompañamiento constante son fundamentales para mantener la calidad de vida y seguir estimulando sus capacidades. “No sabe lo que es el peligro, la maldad o la mentira. Es muy confianzudo, abraza a todo el mundo y se puede ir con cualquiera”, contó María Victoria.
Una campaña para seguir luchando
Tras ver la película “Los dos hemisferios de Lucca”, María Victoria conoció un tratamiento experimental en Monterrey, México, que utiliza radiofrecuencia para estimular la regeneración neuronal. “Cuando terminé de ver la película, dije: esto sí puede funcionar”, relató.
Leé también: Cómo abordar la parálisis cerebral, la discapacidad motriz más común en la infancia
“Cuando nos confirmaron que Bauti fue aceptado para el tratamiento, sin pensarlo lancé la campaña solidaria”, explicó. La meta es reunir 35.000 dólares para cubrir los gastos, la estadía de 32 días y los vuelos. “Vendimos 900 mates, pero con eso solo no llegamos a reunir el dinero para la fecha prevista”, contó.

A través de la campaña #3000matesxbauti, la familia busca la solidaridad de todos. Quienes quieran colaborar pueden hacerlo mediante el alias 3000matesxbauti, a nombre de María Victoria Venturini. “Ya tenemos cerca del 40% del tratamiento. Falta mucho, pero estamos muy agradecidos por la solidaridad de las personas”, finalizó.