El actor Colin Farrell participó de la Maratón de Dublín, corriendo a beneficio de una organización que asiste a pacientes con epidermólisis ampollosa, más conocida como “piel de mariposa” (EB).
Junto a más de 22 mil runners, el protagonista de la serie El Pingüino cruzó la meta en poco más de cuatro horas, empujando la silla de ruedas de su amiga Emma Fogarty durante los últimos cuatro kilómetros.
Mediante la iniciativa, Farrell recaudó donaciones por más de 700 mil euros, que serán destinados a Debra, la organización benéfica nacional que apoya a personas que viven con EB.
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Cruzar la meta juntos
La intención del actor fue completar la maratón acompañado de su amiga Emma, que padece la enfermedad desde hace cuatro décadas y es la persona con “piel de mariposa” que más tiempo ha vivido.
Farrell, de 48 años, completó la prueba de 42 kilómetros en un tiempo de cuatro horas, seis minutos y 45 segundos, y se encontró con Emma en el kilómetro 38. A partir de allí empujó la silla de ruedas, hasta cruzar la meta.
“Fue un honor verla esperándome a falta de 4 kilómetros para la meta, cada uno de ellos representando una década de su vida, y hacer juntas el tramo final. Nunca lo olvidaré”, manifestó el actor tras completar la carrera.
Superando las expectativas
Mediante la campaña Run To 40 (en alusión a la edad de Emma, que acaba de cumplir esa cifra), la idea inicial era recaudar alrededor de 400 mil euros, pero tras anunciar la noticia en los medios, la cifra fue superada, por lo que ahora la idea es alcanzar el millón.
Todo lo recaudado será destinado a la Fundación de Irlanda que asiste a los pacientes con esta rara afección genética de la piel, que se conoce como “piel de mariposa”, debido a que deja la piel tan frágil como el ala de este animal.
Las personas que viven con EB carecen de las proteínas esenciales que unen las capas de la piel, por lo que cualquier fricción, movimiento o traumatismo menor hace que se rompa, se desgarre y se formen ampollas. Asimismo, la expectativa de vida es de menos de 35 años, por lo que el caso de Emma Fogarty es más que particular.
