A comienzos de febrero advertimos un cambio en el humor social respecto de la economía, fenómeno que hoy se reafirma con nuevas métricas disponibles. En aquel momento, señalábamos en este informe que el optimismo sobre una eventual recuperación tras el drástico ajuste implementado por el gobierno de Javier Milei no encontraba respaldo en la conversación pública en redes sociales. Ahora, con el primer trimestre del año en su tramo final, esa percepción se torna aún más evidente.
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Las tensiones económicas que emergieron en las últimas semanas no hicieron más que reforzar los temores en torno a la tan mencionada recuperación de las principales variables. La reducción de reservas en el Banco Central y el estancamiento en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) incrementaron el escepticismo en el ecosistema digital. Aunque ciertos indicios de mejora en la cobertura mediática sobre la economía insinúan una posible reversión del pesimismo, estos matices no logran disipar las dudas generalizadas sobre el futuro económico del país.
Del entusiasmo al pesimismo en redes sociales
El entusiasmo que, desde la segunda mitad de 2024, había comenzado a germinar en la conversación digital respecto del devenir económico, tras el impacto inicial del feroz ajuste de Milei, exhibe claros signos de debilitamiento en los primeros meses de 2025. Al cierre de marzo, esta tendencia descendente se sostiene con fuerza.
Este deterioro en el clima de opinión se refleja aún con mayor intensidad en la cobertura de los medios de comunicación. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en redes, en los medios se vislumbran indicios de una incipiente recuperación en las últimas semanas.
La “desinflación” de las expectativas económicas en el debate digital encuentra su correlato en una fuerte caída del sentimiento positivo asociado a la inflación, con descensos menos pronunciados en el diálogo sobre pobreza, dólar, tarifas y deuda. En contraste, las publicaciones económicas en medios de comunicación muestran que las caídas registradas hasta febrero de 2025 dieron paso a ciertas reversiones positivas en marzo, particularmente en temas como tarifas, impuestos y pobreza.
El balance del último año evidencia que el acceso al crédito mantiene el mejor clima de diálogo en redes sociales, seguido por el empleo y la inflación. En los medios de comunicación, los tópicos con mayor valoración positiva son el crédito, la inflación y el trabajo.
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Un atisbo de esperanza en el sector productivo
Mientras el debate en redes sobre la situación económica general se torna cada vez más pesimista, la conversación en torno a la producción nacional arroja señales más alentadoras.
Tras un 2024 marcado por fluctuaciones en el sentimiento vinculado a los sectores productivos, 2025 arrancó con una desaceleración en la negativización del discurso, lo que resulta un dato esperanzador. En marzo, se detecta una leve recuperación en la percepción sobre la producción, tendencia que es aún más marcada en la cobertura mediática, donde las publicaciones exhiben un sesgo positivo más consolidado.
El repunte del humor en redes sobre el sector productivo encuentra sustento en la mejora de los promedios de sentimiento en las conversaciones sobre la industria y las finanzas, mientras que los sectores de servicios y energía muestran una relativa estabilidad. En cambio, en los medios de comunicación, la producción nacional, salvo en el rubro energético, experimenta una mejora sostenida en la valoración general.
Las menciones sobre tecnología, campo e industria registran los promedios de sentimiento más favorables en redes sociales en relación con la producción local. Del mismo modo, en la cobertura mediática, estos tres sectores encabezan la lista de rubros con mayor valoración positiva.
El debate económico en redes, en clave política
Un rasgo distintivo del debate económico en las redes sociales argentinas es la centralidad de las decisiones gubernamentales en la configuración del discurso. En las últimas semanas, esta tendencia se mantiene con fuerza, con el acuerdo con el FMI, el impacto de la trágica inundación en Bahía Blanca y el escándalo cripto que salpicó al presidente Javier Milei como algunos de los ejes más mencionados en la conversación pública con foco en lo económico.
Más allá de las críticas a la política económica oficial, expresadas en el predominio de términos como “error” en el análisis de palabras clave, el acuerdo con el FMI se posiciona como el tema de mayor centralidad en el debate, relegando a un segundo plano preocupaciones sobre la inflación y el crecimiento económico.
Si bien la discusión se presenta como eminentemente económica, la dimensión política atraviesa de manera transversal el debate digital. La gestión de gobierno ocupa el tercer lugar en términos de interés dentro de la conversación, mientras que las finanzas públicas aparecen en cuarto lugar como un eje clave en la agenda de los usuarios argentinos en redes sociales.