Por muchos años, las personas con vulva vivimos nuestra sexualidad en secreto, con culpa o presiones, tanto a nivel social, dentro de la pareja o a solas, debido a los mandatos sociales difundidos: los encuentros sexuales tenían como finalidad solamente la reproducción y la mujer debía servir su cuerpo para el placer del hombre, no el propio. Si este último alcanzaba el orgasmo, el propósito ya estaba logrado.
Mientras la masturbación siempre se difundió con naturalidad y aceptación en el caso de las personas con pene, teniendo en cuenta que es un acto que brinda placer y los hombres lo tienen permitido, para las personas con vulva se vivió y aún se vive como un tabú.
Con el crecimiento del feminismo, el empoderamiento de la mujer y la libertad sexual, algunos mitos, mandatos y tabúes se fueron rompiendo: la heteronormatividad, la obligatoriedad de la maternidad, la privación del placer para las personas con vulva en un encuentro de a dos, los estereotipos de un cuerpo “ideal”. Sin embargo, la masturbación femenina es un tabú que aún cuesta derribar.
Beneficios de la masturbación
Además de brindar disfrute, la masturbación puede ofrecer múltiples beneficios a nivel personal y en la pareja: de manera inconsciente, la masturbación y la búsqueda de placer comienzan a realizarse durante la infancia. Es una práctica normal y sana que se recomienda realizar a lo largo de toda la vida porque a través de ella las personas pueden empezar a conocer sus genitales, explorar su cuerpo y sus reacciones ante determinados estímulos y descubrir las zonas erógenas y las poses o técnicas que le otorgan placer sexual. Luego, estos aprendizajes sobre una misma pueden comunicarse a la pareja para lograr una conexión sexual más profunda.
El autodescubrimiento posibilita entender cuáles son los gustos y preferencias propios para complacer al cuerpo y a la mente a través del autoplacer.
Al realizarse de manera privada, la autoestimulación permite alcanzar un momento de intimidad con una misma en la cual se pueden satisfacer los propios deseos y fantasías recurriendo a la imaginación o a diversos estímulos erotizantes externos (películas, música, audios, entre otros) y el consecuente tacto de las zonas erógenas. El mencionado autodescubrimiento posibilita entender cuáles son los gustos y preferencias propios para complacer al cuerpo y a la mente a través del autoplacer.
Al no conocerse ni permitirse la liberación y el goce sexual, se pueden padecer ciertas disfunciones como la falta de deseo, inconvenientes para llegar al orgasmo, dolores o dificultad para excitarse durante el acto sexual. En el caso de personas sanas, hay ejercicios de masturbación que pueden llegar a aliviar estas cuestiones y ser beneficiosos también para disminuir la ansiedad, el estrés, la falta de sueño, la eyaculación precoz o algunos dolores corporales siempre guiados por un especialista.
La masturbación puede ser el plan perfecto para pasar tiempo con uno mismx.
Autosatisfacción: recurrir a ella puede ser de ayuda en las épocas en que los niveles de la líbido de una no coinciden con los de la pareja. Hay momentos en que una atraviesa un aumento del deseo pero la otra persona no quiere mantener relaciones sexuales por diversas razones: cansancio, estrés, falta de ganas, entre otras. Entonces, la autosatisfacción se convierte en la aliada ideal para obtener placer sexual sin necesidad de presionar al otrx. La masturbación puede ser el plan perfecto para pasar tiempo con uno mismx.
Recomendación: cita con una misma
Consiste en planear el encuentro ideal para disfrutar de una: preparar el ambiente con los objetos o acompañamientos deseados y dedicarse a relajarse o conectarse un rato con una, tomándose el tiempo necesario para mimarse y complacer a la mente y a todo el cuerpo, no solo las zonas genitales.
(*) Francesca Gnecchi es magister en periodismo y diplomada en Sexualidad y Género. Instagram