No todo el mundo lo sabe y no todo el mundo se ha dado cuenta pero cada noche, al acostarnos, nuestro cuerpo vivencia un proceso que consigue que seamos un poco más altos. Luego, con el paso del día, nos empequeñecemos debido al mismo proceso que nos agranda en la madrugada.
Pese a que lo que ocurre es complejo, la explicación es bastante sencilla. Lo más seguro es que no te sientas más alto en las mañanas, pero que hayas crecido. La razón se encuentra en la columna vertebral y esto es porque allí se encuentra lo que se conoce como núcleo pulposo, también conocido como la parte interna del disco vertebral.
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¿Que es la imbibición?
Los discos en la columna vertebral están compuestos de un material similar a la gelatina y esto otorga amortiguación y protección a la columna intervertebral. De alguna forma, con otras palabras es el amortiguador de nuestro cuerpo.
Debido al golpeteo que sufren las vértebras durante el día cuando las personas caminan, corren, se agachan, se levantan y se sientan, en la noche necesitan tiempo para descansar y rejuvenecer.
Entonces el líquido se difunde de a poco en los discos en un proceso que se llama imbibición. Y esta es una de las claves porque, debido a que no hay fuerzas comprimiendo la columna vertebral, incluida la gravedad, los discos crecen en tamaño por las presiones osmóticas.
A la mañana somos 2 centímetros más altos que a la noche
La columna vertebral está compuesta por 24 vértebras y, entre cada una de ellas, existe uno de los discos, por lo que en total son 23. La altura de la columna vertebral aumenta cuando se suma la cantidad que cada disco aumenta de tamaño por la noche. Aproximadamente, esto es de uno a dos centímetros de alto por la mañana.
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Después, mientras el día va avanzando, los discos pierden parte de su altura de una manera paulatina y lenta por las fuerzas de compresión. De esta manera, nos empequeñecemos por la noche en un ciclo que nunca termina. De hecho, los discos se pueden reducir hasta un 15% según como varían las fuerzas de compresión que se producen día tras día.
