Las golosinas están presentes en las vidas de chicos y grandes, pero los más pequeños suelen disfrutarlas en mayor proporción: más allá de los clásicos alfajores y obleas, una receta con galletitas de agua se convirtió en tendencia por su facilidad a la hora de la preparación. Al mismo tiempo, la comida no lleva cocción y se realiza en apenas 20 minutos.
Se trata del turrón de avena, que se vende en kioscos y supermercados pero que también se puede llevar a cabo de forma casera. Conocido como “Quaker” o “napolitano”, formó parte de la infancia de millones de niños en la Argentina: la combinación de chocolate con el cereal, más allá de las capas de galleta seca, lo vuelven una alternativa interesante, rica y nutritiva.
Si bien su origen es relativamente incierto, no son pocos los que coinciden en que el dulce surgió a finales de la década del 60 y principios de los ‘70, a partir de un recetario de la compañía de alimentos estadounidense que tiene como propietarios a los cuáqueros. Principalmente, se extendió en las periferias del país, pero luego trascendió y llegó a Buenos Aires, donde se popularizó el siglo pasado.
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El turrón como masa dulce, de todas formas, apareció por primera vez sin nombre y con una elaboración que implicaba el uso de miel y almendras machacadas en la Antigua Grecia. En ese contexto, muchos de los atletas que participaban en los Juegos Olímpicos lo consumían entendiendo que les permitía aumentar su vigor. En Roma se lo conocía como “cupedia” y en el libro “Las mil y una noches” se menciona una golosina de características similares.
La versión española, que es la que se conoce comúnmente, tuvo lugar en la provincia española de Alicante, desde el siglo XV en adelante. Los historiadores concluyeron que la primera receta surgió cerca del 1500 y que fueron los árabes quienes llevaron el postre a la península ibérica. En territorio albiceleste, se modificó la receta para adaptarla a la idiosincrasia criolla.
Ingredientes para el turrón de avena
- 3 paquetes de galletitas de agua
- 3 cucharadas de dulce de leche tradicional
- 250 gramos de avena de cocción rápida
- 200 gramos de manteca
- 100 gramos de chocolate en barra
- 40 gramos de cacao dulce
- 10 cucharadas de leche

Paso a paso
En primera instancia, hay que derretir la manteca junto al chocolate en barra y la leche en una cacerola que esté a fuego bajo. Posteriormente, se debe añadir el dulce de leche y mezclar, para después agregar el cacao, el azúcar y la avena. En cualquier caso, es necesario dejar cocinar unos tres o cuatro minutos, revolviendo constantemente para evitar que la preparación se pegue en el fondo.
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En una fuente o un plato, se tiene que colocar una capa de galletitas y de la mezcla de modo alternado. Por último, es clave terminar el turrón de avena con otra capa de la preparación y llevar a la heladera por un tiempo mínimo de una hora. Dependiendo del gusto del cocinero, se puede decorar con coco rallado, nueces y almendras picadas con la intención de darle un toque distintivo a la golosina.
Cabe destacar que, al colocar la avena con el cacao, la leche y el azúcar, lo ideal es mezclar bien todos los ingredientes para lograr una textura uniforme y evitar eventuales grumos. A su vez, para efectuar cortes precisos, conviene emplear un cuchillo afilado y pasado por agua caliente antes de usarlo.