La pechuga de pollo es uno de los alimentos más elegidos por los argentinos. Hervida, al horno o frita, siempre son una gran opción para comer, especialmente cuando uno está apurado.
Para darles un toque distinto, hay diversos trucos entre los que se destaca rociar vinagre de manzana en la sartén o el horno antes de cocinarlas. Pero, ¿para qué sirve esto?
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Según la nutricionista @blancanutri, agregar un chorrito de vinagre de manzana puede marcar la diferencia. Aunque parezca común, aporta bacterias buenas, regula la glucosa en sangre, aumenta la absorción del hierro y los minerales, acidifica el estómago mejorando la digestión, es antioxidante, antimicrobiano y un buen conservante.

La clave está en el ácido acético, que desactiva temporalmente la enzima alfa-amilasa, explicó la nutricionista. Esta enzima es la que convierte los almidones en azúcares en la boca, por lo que el azúcar y el almidón se transforman en glucosa más lentamente.
Así, la glucosa llega al organismo de manera más suave y el músculo puede hacer glucógeno más rápido, logrando una absorción más eficiente.
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Cómo usar el vinagre de manzana para aprovechar sus beneficios
La recomendación es añadir una cucharada de vinagre de manzana sin filtrar en 2 o 3 dedos de agua para disfrutar de sus propiedades. Además, la nutricionista aclaró que para regular la glucosa sirve cualquier vinagre que no sea de Módena.
Sin embargo, recomendó que este ingrediente no es para todos. Blanca señaló que quienes padecen reflujo severo deben evitar el vinagre, ya que puede irritar la garganta y la mucosa.



