El pollo frito es un clásico indiscutido de la gastronomía estadounidense, pero hoy en día es un plato popular en todo el mundo. Desde las tradicionales recetas del sur de Estados Unidos hasta versiones adaptadas en Bolivia o Asia, este plato conquista por su sabor y textura.
Para lograr un pollo frito perfecto —jugoso por dentro y crujiente por fuera— es fundamental seguir algunos pasos clave. El marinado previo es uno de los secretos principales, ya que permite realzar el sabor y ablandar la carne antes de la cocción. Además, controlar la temperatura del aceite es esencial para conseguir una fritura uniforme y evitar que el pollo absorba demasiada grasa.
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Otro aspecto importante es elegir las partes del pollo más adecuadas. Las alitas y los muslos suelen ser las mejores opciones, ya que resisten mejor el calor del aceite sin secarse, logrando un resultado más tierno y sabroso.

Los trucos para hacer el pollo frito perfecto
1. Marinar al menos 4 horas (mejor si es toda la noche): un buen marinado asegura sabor y jugosidad. Se puede usar una mezcla de suero de leche con especias como ajo en polvo, paprika, pimienta negra, mostaza o ají molido. El ácido del suero de leche (o incluso yogur natural) ayuda a ablandar la carne sin secarla.
2. Usar una mezcla de harina y almidón de maíz: la harina común da cuerpo, pero el almidón de maíz aporta una crocancia adicional. Una proporción de 2 partes de harina por 1 de almidón, con sal y especias al gusto, funciona muy bien. Algunos cocineros también agregan bicarbonato o polvo de hornear para una textura más aireada.
3. Freír a 170-180°C y en abundante aceite: es clave mantener la temperatura para que el pollo se cocine parejo y no absorba demasiado aceite. Un termómetro es ideal, pero también se puede probar con un trozo de pan: si burbujea enseguida y sube a la superficie, el aceite está listo. No hay que sobrecargar la olla, porque eso baja la temperatura.
4. Reposar sobre rejilla, no sobre papel absorbente: una vez frito, el pollo debe escurrir el exceso de aceite sobre una rejilla para mantener la crocancia. El papel absorbente genera vapor y puede humedecer la capa exterior.
5. Dejar que el pollo tome temperatura ambiente antes de freír: si se fríe directamente desde la heladera, el pollo baja la temperatura del aceite, lo que arruina la fritura. Sacarlo 20-30 minutos antes del fuego mejora la cocción y evita contrastes bruscos.