La inmigración de Europa Oriental trajo a la Argentina los clásicos varenikes de aquellas tierras lejanas.
Parecido a los ravioles, este plato de origen ucraniano se suele servir con cebolla frita y crema agria o manteca.
El relleno más clásico es de papa con cebolla. También en Argentina se pueden preparar con ricota, de repollo o incluso con frutas. Su masa es a base de harina y agua.
Su nombre deriva del verbo eslavo varit, que significa hervir y su preparación remite a costumbres de shtetl, las pequeñas aldeas en las que la abuelas los hacían en grandes cantidades.

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Receta de varenikes de papa y cebolla (para 4 personas)
Ingredientes para la masa:
– 500 g de harina 0000
– 1 huevo
– 1 cdita de sal
– 200 ml de agua (aproximadamente)
– 1 cda de aceite neutro
Para el relleno:
– 500 g de papa
– 2 cebollas grandes
– 3 cdas de aceite o grasa
– Sal y pimienta a gusto
Para servir:
– Cebolla frita
– Crema agria, crema de leche o manteca derretida
Preparación:
- Preparar el relleno: pelar las papas y hervirlas hasta que estén tiernas. Hacer un puré sin líquido extra y dejar enfriar. Aparte, cortar las cebollas en pluma y saltearlas lentamente en aceite o grasa hasta que estén bien doradas. Mezclar la mitad de la cebolla dorada con el puré. Salpimentar y reservar.
- Hacer la masa: en un bowl, colocar la harina con la sal. Agregar el huevo y el aceite, y comenzar a mezclar agregando agua de a poco hasta formar una masa lisa. Amasar unos minutos y dejar descansar tapada por media hora.
- Armar los varenikes: estirar la masa con palo de amasar hasta que quede fina. Cortar círculos (puede ser con un vaso). Colocar una cucharadita del relleno en el centro de cada disco, cerrar como una empanadita y presionar bien los bordes.
- Cocinar: hervir en abundante agua con sal hasta que floten (unos 3-4 minutos). Retirar con espumadera.
- Servir: acompañar con la cebolla dorada restante y crema agria, crema de leche o manteca derretida.