Los chips de banana se convirtieron en una buena opción para sumar un snack saludable a la dieta, sin renunciar al sabor dulce. Este producto es crocante y su origen son rodajas de esta fruta deshidratadas o fritas.
Estos chips se pueden comer solos o combinados con yogur en el desayuno o ensaladas para un almuerzo. Se puede hacer frito o al horno. La clave es elegir una banana bien firme y cortarla con un grosor que permita la cocción sin que se desarme.
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A través de un método especial, las bananas pueden durar más tiempos sin oscurecerse. (Foto: Free Pik)
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Los trucos para lograr los chips de bananas perfectos
- Elegir la banana correcta: las mejores son las firmes y no demasiado maduras. Si están verdes, quedarán muy duras; si están muy maduras, se desharán al cocinarlas.
- Cortar las rodajas uniformes: el grosor ideal es de 2 a 3 milímetros. Si son muy finas, pueden quemarse; si son muy gruesas, quedarán blandas. Usar una mandolina o un cuchillo bien afilado ayuda a lograr cortes parejos.
- Pretratarlas con limón o miel: para evitar que se oxiden y se tornen oscuras, se pueden rociar con jugo de limón. Si se busca un toque extra de dulzura y brillo, un pincelado de miel o almíbar liviano antes de hornearlas es una excelente opción.
- Secarlas bien antes de hornear o freír: si la banana tiene exceso de humedad, los chips tardarán más en dorarse y podrían volverse gomosos en lugar de crocantes. Secarlas con papel de cocina antes de cocinarlas mejora la textura final.
- Controlar la temperatura de cocción: para hornearlos, lo ideal es un horno bajo (120-140°C) y voltearlas a la mitad del tiempo para que queden parejamente crujientes. Si se fríen, el aceite debe estar a unos 160-170°C para que se cocinen rápido sin absorber demasiado aceite.