La manteca es la base de muchas preparaciones y también de los desayunos. Se utiliza para untar panes o como materia grasa para muchas preparaciones. Pero la realidad es que es posible no gastar de más y hacerla en casa.
De esta manera, el producto no contará con conservantes, ni aditivos artificiales. Y se podrá obtener la textura y consistencia igual al producto que se encuentran en las heladeras de lácteos de los supermercados.
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La base es la crema de leche. Cuando se bate o agita se separa en dos partes. La grasa es lo que se convierte en manteca y el suero que puede usarse para otras preparaciones.
A continuación, algunas claves para lograr una manteca casera. Desde la temperatura de la crema hasta el tiempo de batido.
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Paso a paso para hacer manteca casera
Ingredientes:
- 500 ml de crema de leche (mínimo 35% de materia grasa).
- Sal (opcional, para manteca salada).
- Agua fría (para el lavado de la manteca).
Utensilios:
- Batidora eléctrica o frasco con tapa.
- Espátula o cuchara de madera.
- Paño limpio o colador de malla fina.
- Recipiente con agua fría.
Pasos:
- Batir la crema de leche: usar batidora eléctrica o agitar en un frasco hasta que se separe en manteca y suero.
- Separar el suero: colar el líquido sobrante y reservar si se desea usar en otras recetas.
- Lavar la manteca: amasarla con agua fría varias veces hasta eliminar restos de suero.
- Escurrir y dar forma: exprimir bien el exceso de agua y agregar sal si se desea.
- Guardar en la heladera: conservar en un recipiente o envolver en papel manteca.
- Opcional: agregar hierbas, ajo o especias para saborizar.
Claves para lograr una manteca casera perfecta
- Usar crema de leche de buena calidad: optar por una crema fresca con alto contenido de grasa (mínimo 35%) y sin estabilizantes garantizará un mejor resultado.
- Temperatura ideal: la crema debe estar fría, pero no helada. Lo ideal es que esté entre 10 y 15 grados para facilitar la separación de la grasa.
- Batido constante: se puede batir con batidora eléctrica, licuadora o incluso a mano en un frasco hermético. La clave es continuar hasta que la grasa se separe completamente del suero.
- Lavado con agua fría: una vez que la manteca se forma, es fundamental enjuagarla con agua bien fría y amasarla con una espátula o las manos para eliminar cualquier resto de suero, lo que prolongará su conservación.
- Personalización con sabores: se puede agregar sal, hierbas frescas, ajo, pimienta o incluso miel para obtener una manteca con un toque especial.
- Almacenamiento adecuado: se recomienda conservar la manteca en un recipiente hermético en la heladera. También se puede congelar en porciones para prolongar su vida útil.
