Las papas al horno son un acompañamiento clásico que nunca pasa de moda. Con una textura crujiente por fuera y suave por dentro, se convierte en el acompañante ideal para carnes, pescados o simplemente para disfrutar como un snack saludable. Sin embargo, lograr la perfección en cada bocado puede parecer un desafío. La clave está en conocer algunos trucos y detalles importantes que marcarán la diferencia entre una papa al horno común y una verdaderamente irresistible.
Uno de los factores más importantes es el tipo de papa que se elige. Hay muchas variedades, pero algunas son más adecuadas que otras para este tipo de cocción. Las papas con mayor contenido de almidón, como la variedad Russet, son las mejores, ya que se deshacen de manera deliciosa por dentro y crean ese contraste con la capa exterior crujiente que todos deseamos. También es esencial el corte: cortarlas de manera uniforme asegura que se cocinen al mismo tiempo.
Leé también: Cómo hacer papas arrugadas con sólo tres ingredientes
El proceso de cocción es otro aspecto clave. Precalentar bien el horno, utilizar la cantidad adecuada de aceite y elegir la temperatura correcta son elementos fundamentales para conseguir la papa al horno perfecta. Acá van algunos trucos adicionales para que tus papas salgan perfectas en todo momento.
Cómo lograr la papa al horno perfecta
- Corte uniforme: cortar las papas en tamaños similares asegura que se cocinen de manera pareja. Si las cortás en cubos o gajos, mantén un tamaño constante para evitar que algunas queden crudas y otras demasiado doradas.
- Remojar antes de hornear: usar agua fría durante al menos 30 minutos antes de hornearlas ayuda a eliminar el exceso de almidón, lo que resulta en una textura más crujiente al hornearlas.
- Aceite y condimentos generosos: el aceite es esencial para obtener esa capa crujiente. No temas en añadir una buena cantidad de aceite de oliva, y combina con hierbas frescas o secas, ajo picado, sal y pimienta. Podés incluso añadir un poco de romero o tomillo para un sabor extra.
- Hornear a alta temperatura: un horno precalentado a unos 200-220°C es ideal. La alta temperatura permite que la papa se dore rápidamente por fuera mientras mantiene la suavidad por dentro.
- Voltearlas a mitad de cocción: para una cocción uniforme, voltear las papas a mitad de tiempo, asegurándote de que se doren bien por todos los lados. Esto también ayudará a conseguir una textura crujiente por fuera.