El pan pebete es uno de los clásicos de la panadería argentina, reconocido por su textura suave, corteza delicada y un aroma que evoca recuerdos de meriendas y picnics. Este pan de miga esponjosa, de formato alargado y tamaño pequeño, es la base perfecta para rellenos dulces y salados, desde un simple dulce de leche hasta un generoso jamón y queso.
El origen del pan pebete está vinculado a la tradición panadera europea, pero con el tiempo se adaptó a los gustos locales en Argentina. Su nombre, según algunos historiadores, provendría de la lengua catalana, donde “pebete” hace referencia a algo pequeño y tierno, características que describen perfectamente a este pan. Más allá de su historia, es un símbolo de calidez y familiaridad en muchas mesas argentinas.
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Hacer pan pebete en casa puede parecer complicado, pero con los pasos y secretos adecuados, el resultado es espectacular. Lograr la textura perfecta, un leve dulzor y esa miga que se deshace en la boca requiere atención a los detalles, pero es una tarea completamente accesible incluso para quienes no tienen experiencia en panadería.
Receta de pan pebete (para 4 personas)
Ingredientes:
- 500 g de harina 0000
- 250 ml de leche tibia
- 50 g de azúcar
- 10 g de sal
- 10 g de levadura seca (o 25 g de levadura fresca)
- 50 g de manteca a temperatura ambiente
- 1 huevo
Preparación:
- Activar la levadura: en un bowl, mezclar la leche tibia con el azúcar y la levadura. Deja reposar por 10 minutos hasta que se forme una espuma en la superficie. Esto indica que la levadura está activa.
- Formar la masa: en un bowl grande o sobre la mesada, combinar la harina y la sal. Hacer un hueco en el centro y agregar la mezcla de levadura, el huevo y la manteca. Mezclar hasta integrar todos los ingredientes y amasa por unos 10 minutos hasta obtener una masa suave y elástica.
- Primer levado: colocar la masa en un bowl ligeramente aceitado, cubrila con un paño limpio y dejar reposar en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que duplique su tamaño.
- Formar los pebetes: dividir la masa en porciones de aproximadamente 50 g. Formar pequeños cilindros y colócalos en una placa para horno enmantecada o con papel manteca, dejando un pequeño espacio entre cada uno.
- Segundo levado: cubrir los panes con un paño y deja reposar nuevamente por 30 minutos. Precalienta el horno a 180°C.
- Hornear: pincelar los panes con leche o huevo batido para que tomen color y brillo. Hornea por 12-15 minutos, o hasta que estén apenas dorados.
Secretos para un pan pebete perfecto
- La leche tibia: la temperatura debe estar entre 35 y 40°C para activar la levadura sin matarla.
- Amasado adecuado: es esencial para desarrollar el gluten y lograr una miga suave. Si la masa está pegajosa, no añadas demasiada harina extra; amasa con paciencia.
- Levado en un lugar cálido: si el ambiente está frío, podés usar el horno apagado con la luz encendida para acelerar el proceso.
- Horneado breve: el pan pebete debe cocinarse justo hasta que esté dorado, para conservar su suavidad.