La isla flotante es uno de esos postres que logran equilibrar elegancia y sencillez. Su origen se remonta a la cocina francesa, donde se conoce como “île flottante”. Esta receta combina una base de crema inglesa sedosa con nubes de merengue que parecen flotar, creando una experiencia visual y gustativa única.
Aunque su origen exacto no está del todo claro, se atribuye su creación a los chefs franceses del siglo XVII, quienes buscaban deslumbrar con preparaciones que exaltaran la suavidad y ligereza del huevo. Con el tiempo, la receta llegó a América Latina y se adaptó con ingredientes locales, sin perder su esencia. En Argentina combina crema y el merengue.
Preparar una isla flotante casera es una oportunidad para deleitar a la familia con una receta que parece compleja, pero que, con algo de paciencia, es perfectamente alcanzable.
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Receta de isla flotante casera (para 6 personas)
Ingredientes:
Para el merengue:
- 6 claras de huevo
- 200 g de azúcar
- 1 pizca de sal
- 1 cdita de esencia de vainilla
Para la crema inglesa:
- 6 yemas de huevo
- 500 ml de leche
- 150 g de azúcar
- 1 cdita de esencia de vainilla
Preparación:
- Preparar el merengue: batir las claras con la pizca de sal hasta que estén espumosas. Incorporá el azúcar en forma de lluvia, sin dejar de batir, hasta que el merengue esté firme y brillante. Añadí la esencia de vainilla al final.
- Cocinar el merengue: llená una olla amplia con agua y calentala a fuego medio sin que llegue a hervir. Con la ayuda de una cuchara grande, formá quenelles (bolas alargadas) de merengue y cocinalas durante 1-2 minutos por lado. Retiralas con cuidado y colocá las nubes de merengue en un plato.
- Preparar la crema inglesa: en un bol, mezclá las yemas con el azúcar hasta obtener una preparación homogénea. Calentá la leche con la esencia de vainilla en una olla hasta que esté tibia (sin hervir). Verté la leche en la mezcla de yemas en forma de hilo, batiendo constantemente. Volvé a poner la mezcla en la olla y cociná a fuego bajo, revolviendo con una cuchara de madera hasta que espese lo suficiente como para cubrir el dorso de la cuchara.
- Montaje del postre: serví la crema inglesa en un plato hondo o una fuente. Colocá las quenelles de merengue sobre la crema, dándoles el efecto de “isla flotante”.
- Opcional: podés decorar con un hilo de caramelo, ralladura de limón o almendras fileteadas.