Caminar por las playas de Río de Janeiro es una experiencia que estimula todos los sentidos. Entre el sonido del mar, el aroma a protector solar y las risas de los bañistas, aparece una fragancia inconfundible: la del choclo recién cocido, ese snack irresistible que los vendedores ambulantes ofrecen con sal gruesa o manteca derretida. Simple y perfecto, es un símbolo de la cultura carioca que cualquier turista recuerda con cariño.
El secreto del choclo brasileño está en su preparación. Los vendedores tienen técnicas que aseguran que cada mazorca quede tierna, jugosa y llena de sabor. Entre ellas, el punto exacto de cocción y la calidad del choclo son fundamentales. A diferencia de otras preparaciones, el choclo carioca mantiene su dulzura natural, resaltada por la salinidad que se añade al final.
Leé también: Cómo hacer tortilla de choclo
Cómo preparar choclo estilo Río de Janeiro (para 4 personas)
Ingredientes:
- 4 choclos frescos
- Agua suficiente para cubrirlos
- 2 cucharadas de sal gruesa
- Manteca derretida al gusto
Preparación:
- Seleccioná los choclos: Asegurate de elegir choclos frescos y tiernos. Podés reconocerlos por sus granos uniformes y su color amarillo vibrante.
- Prepará el agua: Llená una olla grande con agua y añadí una cucharada de sal gruesa. Ponela a calentar a fuego alto.
- Cociná los choclos: Cuando el agua rompa hervor, colocá los choclos sin retirar completamente sus hojas (podés dejarlas semi cubiertas para dar un sabor más ahumado). Cocinalos durante 10-15 minutos, hasta que estén tiernos.
- Dale el toque final: Retirá los choclos del agua y pincelalos generosamente con manteca derretida. Espolvoreá un poco más de sal gruesa por encima si querés un sabor más auténtico.
- Serví y disfrutá: Serví los choclos bien calientes. Podés envolverlos en papel de aluminio para conservar el calor y la jugosidad, igual que lo hacen en Río.
Consejo extra: Para darle un giro, podés añadir una pizca de pimentón dulce o unas gotas de limón al momento de servir. ¡Será una experiencia única!
