La salsa César es mucho más que un simple aderezo; es un emblema de la cocina internacional que conquistó paladares en todo el mundo. Su historia se remonta a los años 20, cuando el chef italiano César Cardini, radicado en México, improvisó un aderezo con ingredientes que tenía a mano. Así nació la clásica ensalada César, un plato que, con su mezcla de frescura y sabor, marcó un antes y un después en la gastronomía.
El secreto de esta salsa radica en su equilibrio perfecto: una combinación de cremosidad, un toque ácido y el carácter inconfundible de las anchoas. Su versatilidad es otro de sus puntos fuertes, ya que no solo acompaña a la tradicional ensalada César, sino que también puede transformar platos simples como wraps, papas al horno o verduras grilladas en creaciones sofisticadas.
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Preparar esta salsa en casa es una experiencia sencilla que te permitirá disfrutar de un sabor mucho más auténtico que las versiones industriales. Con ingredientes frescos y unos minutos en la cocina, podrás crear un aderezo que elevará cualquier ensalada al nivel de un restaurante de categoría.
Receta de la salsa César (Para 4 personas)
Ingredientes:
- 2 yemas de huevo
- 2 dientes de ajo pequeños
- 4 filetes de anchoa
- 1 cucharada de mostaza de Dijon
- 1 cucharada de jugo de limón fresco
- 1/2 taza de aceite de oliva extra virgen
- 1/4 taza de queso parmesano rallado
- Sal y pimienta al gusto
Preparación:
- En un mortero o procesadora, machacá los ajos y las anchoas hasta obtener una pasta homogénea.
- Añadí las yemas, la mostaza y el jugo de limón. Batí bien hasta integrar.
- Sin dejar de batir, incorporá el aceite de oliva en forma de hilo fino para emulsionar la mezcla. La consistencia debe ser cremosa y espesa.
- Agregá el queso parmesano y mezclá nuevamente. Probá y ajustá la sazón con sal y pimienta.
- Guardá en la heladera por al menos 20 minutos antes de usar para que los sabores se amalgamen.