Los tomates secos realzan muy fuerte el sabor de esta fruta. Este método de conservación, que se remonta a tiempos antiguos, surgió como una solución práctica para aprovechar la abundancia de tomates en verano, transformándolos en un ingrediente versátil y de sabor concentrado. Su textura carnosa y su intenso sabor hacen que sean ideales para realzar platos como pastas, ensaladas, panes y hasta salsas.
Además de su encanto culinario, los tomates secos son una opción práctica y saludable. Este proceso elimina gran parte del agua del tomate, dejando intactos sus nutrientes, como el licopeno, antioxidantes, y vitaminas A y C. Prepararlos en casa no solo es sencillo, sino también una forma económica y personalizada de disfrutarlos.
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Si bien se pueden encontrar fácilmente en mercados, los tomates secos hechos en casa tienen un sabor único que refleja el cuidado y los ingredientes frescos que uno elige.
Cómo hacer tomates secos en casa (para 4 personas)
Ingredientes:
- 1 kg de tomates frescos (mejor si son perita o cherry, por su menor contenido de agua)
- Sal gruesa
- Especias al gusto (opcional: orégano, tomillo o romero)
Preparación:
- Precalentá el horno: calentalo a una temperatura baja, alrededor de 90 °C, para evitar que los tomates se cocinen en lugar de secarse.
- Prepará los tomates: lavá bien los tomates, cortalos a la mitad y quitales las semillas si querés una textura más uniforme.
- Condimentá: colocalos en una bandeja con papel manteca, con la parte cortada hacia arriba. Espolvorealos con sal gruesa y, si querés, con hierbas o especias.
- Secalos: llevalos al horno por unas 4 a 6 horas, revisándolos cada tanto. Están listos cuando tienen una textura firme pero flexible. Si preferís hacerlo al sol, ubicá los tomates en una rejilla bajo luz directa, cubiertos con una malla fina, y dejalos durante varios días, girándolos ocasionalmente.
- Enfrialos: una vez listos, dejalos enfriar completamente antes de almacenarlos.
Cómo conservar los tomates secos
- Al vacío: si tenés envasadora al vacío, este método prolongará la duración de los tomates hasta un año.
- En aceite: colocá los tomates en un frasco de vidrio esterilizado, intercalando capas de ajo, especias o ají molido si te gusta un toque picante. Cubrí completamente con aceite de oliva y cerrá bien. Esta preparación puede durar varios meses en la heladera.
- Congelados: cuardalos en bolsas herméticas en el freezer para mantener su frescura por hasta un año.