No hay que dejarse engañar por el boom de las cafeterías de especialidad: aunque en algunos barrios de CABA ya hay más de una por cuadra, la gran mayoría de los argentinos (72%) prefiere consumir café en casa.
Y si de gustos se tratan, los datos son avasallantes: a los argentinos les gusta el café caliente (98%), con leche (55%) y endulzado (77%), aunque se observa un crecimiento sostenido del segmento que lo prefiere sin azúcar, principalmente entre jóvenes y consumidores urbanos, según reveló una encuesta realizada por la empresa Nespresso a la que tuvo acceso TN.
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Según la compañía suiza, en el país del mate, el 42% de los argentinos consume café regularmente, con un promedio de 2,5 tazas por día.
“Si nos preguntas cuándo tomamos café los argentinos, te diría que todo el tiempo”, afirmó a TN Camila Carpanetti, Coffee Ambassador en el país de Nespresso.

Si bien hay dos momentos clave, el desayuno y la merienda, el café “se está metiendo en otros ámbitos: lo estamos viendo en coctelería, lo estamos viendo en heladerías, en la oficina, sale del hogar y está prácticamente en todos lados", apuntó la especialista.
Un estudio realizado por la cadena de cafeterías Café Martínez arrojó resultados parecidos. “Más del 70% de los argentinos elige el café con leche en su hogar, y esta preferencia se replica también en nuestras sucursales. La mayoría aún lo consume endulzado", declaró a TN Bárbara Federico, Chief Markeketing Officer de Café Martínez.
En cuanto a los tipos de preparación, el café de filtro es el más popular, con un 39%, seguido por el café instantáneo con un 37%. Además, las variedades aromatizadas y en cápsulas también crecen en popularidad, reflejando una tendencia hacia la personalización y la innovación en la forma de consumir café, notan desde Nespresso.
“La cápsula protege la frescura y los aromas del café, y permite que la gente se prepare un café con la energía medida, la cantidad de agua medida y el tiempo de extracción perfecto”, explicó Carpanetti.

“Cuando hablamos de café molido o en grano, los métodos más utilizados son la cafetera de filtro y la moka. Nuestra investigación muestra que el 55% de los hogares recurre a estas opciones, mientras que un 30% ya incorporó cápsulas por la practicidad que ofrecen”, comentan desde Martínez.
El ritual del desayuno es sin duda el más importante: el 78% de los consumidores arrancan el día con un café y el 48% lo toman también en la merienda. “En la Argentina, el café es compartir, tener un momento de placer y quedarse a conversar”, sostuvo Carpanetti, en alusión a la tradición de los cafetines o las charlas que se dan alrededor de una taza en el trabajo.
Según Café Martínez, el consumo de café está asocidado a emociones como “relajarse (30%), sentirse confortable (29%) o despabilarse (29%)”. Esa versatilidad lo convierte en un compañero clave de la rutina.
“El desayuno concentra cerca del 60% del consumo diario, con el café con leche como el gran ritual familiar. La sobremesa representa otro 20%, siempre ligada a lo social. Y en la tarde o la noche vemos un crecimiento de cafés más suaves, que muchos eligen para acompañar el estudio o el trabajo. En definitiva, el café es parte de nuestra vida cotidiana: no tiene un único momento ni una única forma”, resumió Bárbara Federico.
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Cómo es el paladar argentino a la hora de tomar café
El paladar argentino “está muy amigado con todos los terruños y los perfiles que vienen más del café centroamericano y suramericano. Históricamente, en el país hemos consumido café brasileño y café colombiano, cafés que tienen notas más azucaradas, notas de chocolat , de cereal malteado, perfiles más clásicos”, indicó Carpanetti.
Respecto a los estilos preferidos de espresso, la Coffee Ambassador de Nespresso mencionó que los argentinos “eligen mayormente los cafés lungos (más largos), los que tienen perfiles aromáticos clásicos, cafés que huelen a cerealados, frutales". De hecho, la multinacional creó una variedad especial pensada para los consumidores argentinos, el “Buenos Aires Lungo” —una mezcla de granos de Colombia y Uganda—, ideal para tomar con leche y endulzar.
“El café con leche y el cortado siguen siendo un clásico argentino”, añadió.

Según Martínez, que tiene más de 200 locales a lo largo y ancho del país, “el latte y el americano junto a los clásicos café con leche y el cappuccino son las bebidas más pedidas” por sus clientes. “Luego aparecen los capuchinos especiales y el espresso, mientras que el flat white se instaló como tendencia aspiracional entre quienes buscan un consumo de especialidad más moderno", declaró Federico.
¿Con tostado o dos medialunas?
¿Tiene futuro el café con dos medialunas o está destinado a perecer ante el avance del roll de canela y el pain au chocolat? “El café con medialuna en Argentina, creo que no vamos a salir nunca de eso y me alegra mucho que no lo hagamos”, afirmó Carpanetti. “Es una gran tradición que tenemos de acompañar el café con dulces. El paladar argentino no solo endulza el café, sino que también está muy habituado a combinar el café con acompañamientos dulces", agregó.

Y los hechos lo confirman: “Las medialunas se mantienen como el acompañamiento preferido: cinco de cada diez consumidores las eligen, con una leve inclinación hacia las de manteca. Al mismo tiempo, se registra un crecimiento en la demanda de propuestas dulces como tortas, delicias, alfajores y conitos", dijeron desde Café Martínez.
Pero también se observan nuevos maridajes y crecen las alternativas saludables y saladas, con el avocado toast, los panes de masa madre o sandwiches ketos como estrellas, lo que “refleja una tendencia hacia experiencias gastronómicas más completas”, dijo Federico.

“El huevo, las paltas, los, tomates, el queso... son todos sabores que tienen umami, tienen acidez, tienen aromas que combinan increíblemente bien con el café”, sostuvo Carpanetti.
“Los consumidores buscan abrir el juego de sabores y llevar la experiencia del café a un plano más gastronómico”, coincidió Federico.
Con las cafeterías de especialidad, ese paladar argentino se va ampliando a medida que explora el universo de los cafés de origen. Llegaron otros estilos de cafés con un poco más de acidez, cafés menos amargos o con tuestes más claros. “De repente muchas personas los prueban y se sorprenden de lo agradable que puede ser un café con perfiles más florales", sostuvo Carpanetti. Cafés de Perú, Guatemala, Honduras o El Salvador van ganando así aficionados en estas pampas.
Entre las tendencias, está el auge del café en coctelería, “con el regreso de clásicos como el Espresso Martini que hoy está en todas las cartas” o en los postres de restaurantes, con el affogato y el tiramisú.
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Si bien es minoritario y representa apenas el 2% del consumo de café, el café frío está en auge y se sale de la estacionalidad del verano. “Es sorprendente la cantidad de gente que que hoy por hoy está tomando café frío todo el año. Se ve sobretodo en los jóvenes, la generación Z está eligiendo esta customización total de la bebida con café frío todo el año", notó Carpanetti.
“La pandemia y las redes sociales aceleraron esta tendencia, y hoy ya no hay estacionalidad en el consumo de café frío”, aseguró la experta.
La integración de ingredientes en la bebida, como miel, caramelo o especias, también refleja la tendencia de experimentar y personalizar. “La lógica de tomar café con otros ingredientes, ingredientes innovadores y en muchas veces clásicos, está muy presente en el consumo actual”, dijo Camila.
El auge del café frío y las bebidas personalizadas también son notables, en especial en jóvenes y en la generación Z, que optan por “café frío todo el año”, rompiendo con la estacionalidad tradicional. “La pandemia y las redes sociales aceleraron esta tendencia, y hoy ya no hay estacionalidad en el consumo de café frío”, asegura la experta.
El café torrado
La Argentina sigue siendo uno de los pocos países en el mundo donde el café torrado, es decir mezclado con azucar durante el tostado, no está prohibido. No solo eso, si no que goza de muy buena salud dentro del consumo masivo.
Su precio económico y un paladar acostumbrado al gusto amargo hacen que todavía siga vigente un tipo de café que, según especialistas, no es bueno para la salud.
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“Es algo cultural y que tiene que ver con la historia de cómo en Argentina se ha comprado café y se ha consumido café, tiene una relación directa con la cuestión de costos y de calidad. Pero la vara de exigencia en cuanto a calidad de café está cada vez más alta, sin duda”, opinó Carpanetti al respecto.
La fuerte conexión cultural con el café, junto con la constante innovación en productos y experiencias, mantiene vivo el interés por esta bebida en continua transformación en el país. “El café en Argentina sigue siendo un símbolo de compartir y de tradición, pero también de innovación y exploración de nuevos sabores y formas”, cerró la experta en cafés.