El café peruano está conquistando de a poco el mercado argentino, y no es para menos. Con su calidad excepcional y un perfil de sabor que enamora, se convirtió en uno de los favoritos de los amantes del café de especialidad.
Este fenómeno se debe al auge de la cultura cafetera en el país, donde los consumidores buscan experiencias más sofisticadas y dejar atrás el café torrado.
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Cómo es el café peruano
Perú es conocido por producir algunos de los cafés más finos del mundo. Cultivado en altitudes ideales y bajo prácticas sostenibles, el café peruano se distingue por sus notas frutales, achocolatadas y su cuerpo equilibrado. Estas características lo llevaron a brillar en competencias internacionales y ahora están siendo apreciadas en la Argentina.

El desembarco del café peruano fue liderado por cafeterías y tostadores especializados, quienes apuestan por granos de origen certificado y perfiles de sabor únicos. Empresas como Café Martínez, Fuego Tostadores, Eurocafé, Caffettino, Café Registrado y La Motofeca participaron en las últimas ruedas de negocios organizadas por Promperú y trajeron a la Argentina sus cafés de especialidad de regiones como Piura, Cajamarca o Huasimal.

Según destacaron las empresas argentinas, cada grano es cuidadosamente seleccionado y sometido a rigurosos procesos de calidad para garantizar una experiencia sensorial única.
“Buscamos que cada taza transmita la identidad del terruño peruano y que el consumidor pueda percibir las características distintivas del café de Piura, como su acidez brillante, notas frutales y una dulzura equilibrada”, indicó a TN David Ledesma, Coffee Master de Café Martínez.
Según la empresa casi centenaria, “el café peruano ha sido muy bien recibido por quienes buscan explorar nuevos sabores y conectar con historias auténticas detrás de cada grano”.

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Entre otras cualidades, destacaron que “el café de Piura es cultivado por pequeños productores que preservan prácticas agrícolas ancestrales, bajo un modelo de producción sostenible que protege el entorno natural y fortalece el desarrollo comunitario".
“El café de Perú todavía tiene muy poca participación en el mercado local, pese a que no está tan lejos”, destacó por su parte Christian Faraoni, cofundador de Caffettino, que se sorprendió por cómo “cuidaban la calidad del producto” en todas las fincas del norte de Perú que recorrió.

Sobre el perfil del café peruano, afirmó: “Sensorialmente, me parece muy interesante porque acá en la Argentina más del 90% del café que se consume es de Brasil. Es un café de baja altura, un poco más industrializado, con mayor amargor, prácticamente sin acidez y con mucho cuerpo. Cuando uno va a Colombia, que es el segundo lugar de donde se importan granos de café, baja el amargor, es mucho más liviano el café, pero tiene más acidez. Perú se pone en el medio de estos dos orígenes. No tiene tanto amargor como el café de Brasil, tiene buen cuerpo y la acidez es mediana. Es una forma muy simple de probar otros sabores de café“.
Un café orgánico y de comercio justo
Una gran particularidad del café peruano es que la mayor parte de las plantaciones de café del país cuentan con certificación orgánica y un alto grado de trazabilidad. De hecho, el Perú es el principal exportador mundial de café orgánico. Eso se debe a que el 95% de los productores son pequeños agricultores que utilizan prácticas tradicionales y sostenibles y evitan el uso de químicos.
De acuerdo a cifras oficiales, unas 223 mil familias peruanas son quienes gestionan las 425.400 hectáreas dedicadas al café en el país sudamericano. Muchas de estas comunidades cafetaleras están organizadas en cooperativas.

El café es el primer producto agrícola tradicional de exportación de Perú y es fuente de empleo (directo e indirecto) para más de dos millones de personas en toda la cadena agroproductiva.
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Según los historiadores, el café llegó a Perú en el siglo XVIII, traído por los colonizadores españoles y los Andes peruanos revelaron ser un excelente marco para la caficultura.

El café peruano se desarrolla desde los 600 m hasta los 1800 m de altura, aunque el 75% de los cafetales se ubica sobre los 1000 m, por lo que se lo considera un “café de altura”. Además, los 84 microclimas que se pueden encontrar en el Perú lo convierten en uno de los países más biodiversos del mundo.
“Las condiciones climáticas óptimas, la humedad, el suelo, la elevación de la tierra... Ser un país tan biodiverso con tantos microclimas, eso genera que se produzcan cafés de especialidad increíbles”, declaró a TN la directora de Promperú Argentina, Silvia Seperack.

Radiografía del café peruano
Son 10 las principales regiones productoras, de las cuales cuatro -Junín, Amazonas, Cajamarca y San Martín- representan el 72% de la producción.
Las principales variedades de arábica que se cultivan en el Perú son: Caturra, Typica, Bourbon, Catimor, Pache y Geisha.
En 2024, el Perú exporto café por US$ 1100 millones, un 30% que en el año 2023, cuando se exportaron más de 205 mil toneladas de granos, según informó el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI).

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Sin embargo, el café peruano representa “solo el 0,15% de lo que compra café Argentina, siendo los principales proveedores del país Brasil y Colombia“, indicó Seperack, por lo que “entra en un nicho de mercado”. Un nicho cada vez más grande, con el boom de las cafeterías de especialidad en el país, con ya más de 150 tan solo en CABA.