“Los hermanos sean unidos”, dice el Martín Fierro. Y es exactamente lo que hicieron Martín, Ana Clara y Federico Ferraro: juntos crearon un emprendimiento para cumplir su sueño de ofrecer productos saludables, 100% libres de azúcar, sin TACC y hasta keto.
“Desde chicos nos interesó el tema de la alimentación saludable, investigábamos, buscábamos, leíamos”, dijo a TN Martín, que estudió administración de empresas y aprovechó un viaje a Boston para “ver qué productos se ofrecían en Estados Unidos, donde el tema estaba más adelantado”.
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Cuando volvió, los hermanos abrieron primero B-Fresh, una local de comida y tienda de productos naturales y orgánicos en Palermo.
Comenzaron a hornear unas cookies de avellana y chocolate amargo para vender en el local y fueron un éxito. Luego siguieron unas crackers de semillas y unos polvorones cítricos a base de naranja y limón que también arrasaron.

“Se hizo un boca a boca y de repente empezamos a tener consultas de dietéticas de la zona”. Fue ahí cuando surgió la idea de crear una marca, Célula Cocina, y armar una planta certificada sin gluten en su Chacabuco natal que emplea a más de 25 personas.
Junto a cocineras, nutricionistas e ingenieros en alimentos, elaboraron un catálogo de 14 productos. Hacen desde pepas de frutos rojos y cookies de avellanas y chocolate, cookies keto alta en proteínas y bajas en carbohidratos, hasta crackers de semillas y panes sin gluten y keto.
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“Siempre el concepto de esas cookies y de todos nuestros productos fue libre de gluten y con un alto valor nutricional”, dijo Ferraro.
Todos los productos están certificados sin TACC, sin azúcar, Kosher y en algunos casos también veganos. Ahora están a punto de lanzar un nuevo producto, un brownie keto con la idea de hacer “un producto que generalmente a la gente le gusta, sea sabroso, pero también alto en proteínas, bajo en carbohidratos, sin azúcar y libre de gluten”.

“Sabemos que durante mucho tiempo los productos ‘saludables’ arrastraron la fama de ser poco sabrosos o de tener una textura rara. Nuestro objetivo con este brownie fue romper ese mito: queríamos que sea realmente disfrutable, incluso para quienes no siguen una dieta keto pero buscan opciones más equilibradas para darse un gusto“, agregó el joven emprendedor.
El lanzamiento responde a una demanda creciente: según algunos estudios, más del 60% de los consumidores argentinos declara leer etiquetas antes de elegir un snack, y un porcentaje cada vez mayor prioriza opciones bajas en azúcar, sin gluten o con perfil proteico.
La pyme familiar distribuye sus productos en comercios de cercanía y dietéticas de CABA y provincia de Buenos Aires. Además, ya están presentes en “Rosario, Córdoba y algunas ciudades de la Patagonia”.
“El objetivo para lo que termina el año es tratar de llegar a más provincias a través de distribuidores y luego por ahí fuera del país ingresar al mercado uruguayo el año que viene. Ir escalando de menos a más y crecer en Sudamérica”, sostuvo. Y, por qué no, “llegar hasta EE.UU”.

Para cumplir con sus sueños, los hermanos Ferraro trabajan en un ambicioso plan de inversión para equiparse en nuevas maquinarias y aumentar la producción. Por ahora, fabrican cerca de 40.000 kilos de galletas por mes.
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En 2024, en siete meses de operación productiva desde la planta de Chacabuco, la compañía facturó US$ 360.000 en ventas. Y los Ferraro van por más: “Esperamos terminar el año con una facturación de US$ 1,5 millones y multiplicar eso por cinco en 2026″.
Mientras, Martín multiplica las idas y vueltas entre CABA y Chacabuco. “Está intensa la semana, son más de 200 km”, sostuvo sobre su rutina laboral. En su auto, piensa como mejorar procesos y sueña con un futuro dorado como sus galletas. Con el auge del consumo consciente, para esa familia bonaerense, el cielo parece ser el límite.