Este sábado, el mundo levanta sus copas para celebrar el Día Mundial del Gin, y en Argentina, esta celebración tiene un sabor especial. Desde hace unos años, el gin atraviesa un verdadero boom en el país, con destilerías que florecen a lo largo y ancho de la Argentina, creando gins que son un fiel reflejo de su origen.
“El gin es una de las bebidas más icónicas de la coctelería mundial”, sostuvo a TN el bartender Pablo Palmer, jefe de Alimentos y Bebidas del Hotel Grand Brizo Bel Air.
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“En los últimos años, el gin tuvo un crecimiento increíble, no solo en primeras marcas que crearon nuevas versiones de sus estilos más clásicos, sino también con la incorporación en los mercados locales de nuevas etiquetas de emprendedores”, expresó el mixólogo, que dará una masterclass sobre el “Mapa del Gin Argentino” en la feria Caminos y Sabores (del 3 a 6 de julio en La Rural).
Se estima que hay más de 500 marcas y 1000 etiquetas en el país, algunas de las cuales de calidad premium fueron premiadas en concursos internacionales, como Príncipe de los Apóstoles, el primer gin artesanal hecho en Argentina de la mano del bartender Tato Giovanonni, pero también Bosque, que obtuvo el oro en los World Gin Awards de 2022, Sur Gin y Andes Gin, que obtuvo 98 puntos en la International Wine and Spirits Competition (IWSC) de 2021.
“El auge del gin argentino tiene varios ángulos. Por un lado, es una tendencia que llegó desde Europa, principalmente desde España. La pandemia tuve un poco que ver con ello también, ya que muchos empezaron a destilar en esas épocas. Pero, por otro lado, tiene mucho que ver el gran potencial creativo de los argentinos y ese reinventarnos que tanto nos caracteriza”, sostuvo Palmer .

Sobre los premios, Palmer consideró que “aportan por sobre todas las cosas visibilidad, por lo cual el paso siguiente es crecer en exportación”. Y apuntó: “internacionalmente hay un foco puesto en el gin argentino”.
Pero no se trata solo de un éxito for export. Según un estudio realizado por Kantar, el gin es la tercera bebida espirituosa más consumida en nuestro país, luego de los aperitivos y el vodka. Su consumo se da mayoritariamente en bares y restaurantes: 60% contra un 40% de consumo hogareño.
Los que más se inclinan por esta bebida son los jóvenes de entre 18 y 34 años, que ven al Gin Tonic como un cóctel ¨trendy¨ y refrescante. De hecho, este clásico de la coctelería es el cuarto coctel más consumido en la Argentina.
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“Es un cóctel con mucha personalidad y que permite ingresar al mundo del gin”, sostuvo Palmer, que destacó el carcater “versatil” del trago que “puede personalizarse a gusto de cada uno”.

Según el mixólogo, lo que el gin aporta a los tragos es cierta “complejidad”. “Dependiendo su perfil puede aportar notas especiadas, notas florales o notas herbales. Otros tienen un equilibrio entre todos estos perfiles. Eso nos da una bebida superversátil para la coctelería", sostuvo.
En su opinión, “la gran variedad de etiquetas de gin elaboradas en el país se volvió una virtud, ya que el consumidor tiene múltiples opciones de sabor y aroma para elegir.
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Según el especialista, “la Argentina, con su biodiversidad excepcional, encontró en el gin un lienzo perfecto para expresar su identidad botánica”. Ya no se trata solo de enebro; los gins argentinos son una paleta de aromas y gustos donde lo autóctono es protagonista. Desde la Puna hasta la Patagonia, cada región aporta sus botánicos distintivos, transformando cada botella en un viaje sensorial único
Un recorrido por el mapa del gin argentino
El Norte y sus secretos andinos
En las alturas del norte argentino, los gins incorporan ingredientes como el pimiento de la puna, la hoja de coca y hierbas aromáticas ancestrales, que otorgan perfiles terrosos y especiados que nos transportan a paisajes áridos y culturas milenarias.
La Mesopotamia y el Litoral: frescura y exotismo
Aquí, la influencia de la selva y los ríos se hace presente. Gins con toques cítricos de naranjas y pomelos, la exótica presencia del apepú, o incluso la yerba mate, aportan una nota herbal y amarga, testimonio de la exuberancia de estas regiones.
Cuyo y el corazón de la vid
Aunque la uva es la reina, el gin cuyano también se abre camino. Podemos encontrar notas de jarilla, pimienta rosada de la zona, o incluso la sutil dulzura de la pasa de uva, creando gins elegantes y con un dejo vínico.
Pampas y sierras, la diversidad al natural
En el centro del país, la variedad es la clave. Gins que utilizan peperina serrana, boldo, o incluso el chañar, ofrecen perfiles más herbáceos, frescos y a veces con un ligero amargor que evoca los paisajes pampeanos y las sierras cordobesas.
Patagonia y el espíritu indómito
En el sur, la naturaleza salvaje se embotella. Bayas de calafate, rosa mosqueta, o incluso el piñón de araucaria, otorgan a estos gins notas frutales, resinosas y un carácter robusto, tan indómito como los vientos patagónicos.
Bonus: una receta de Gin Tonic, por Pablo Palmer
Ingredientes:
- 60 ml de gin seco (tipo London Dry);
- 120 ml de agua tónica premium bien fría;
- 1 rodaja fina de lima o limón;
- 1 twist de limón (trozo de corteza)
- Hielo (cantidad necesaria)
Preparación
1° paso
* Enfriar un copón con abundante hielo. Desechar el agua que se forme.
2° paso
* Verter el gin y la rodaja de lima o limón, y revolver durante unos segundos.
3° paso
* Aromatizar con twist de piel de lima o limón: exprimir sobre el vaso para liberar los aceites y dejarlo caer dentro.
4° paso
* Añadir la tónica muy lentamente para no perder gas.
5° paso
* Opcionalmente, podés sumar otros botánicos como flores de lavanda, ramitas de romero, twist de pomelo, hojas de albahaca para darle un giro botánico personalizado.
6° paso
* Remover una sola vez con cuidado. ¡Y listo!