Mohamed Belasem tiene una historia que se podría convertir en una de esas series de aventuras de las plataformas de stream. Este relato, además, tiene final feliz. Este hombre dejó atrás la guerra en su Irak natal para instalarse en Argentina. Trajo en su memoria el ADN de su gastronomía y ofrece en su local de Córdoba el shawarma auténtico de Medio Oriente.
Belasem abrió Las Noches de Bagdad, el popular restaurante de cocina árabe ubicado en el corazón de la capital provincial. Además, con su plato callejero árabe recorrió diversas ferias del país con su icónico “shawarma ambulante”.
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Los shawarmas que llegaron desde Irak
En 2002, Mohamed dejó Irak para escapar de la guerra. Junto a unos amigos, se embarcó en un viaje clandestino que comenzó de noche, oculto en un barco carguero. Durante una semana, viajaron escondidos bajo toneladas de cemento, en completa oscuridad, hasta llegar a Angola. El capitán del barco los descubrió, pero los dejó seguir viaje hasta África.
Siguió en el barco rumbo a Europa, pero un inesperado cambio de ruta lo trajo a un destino que jamás había imaginado: Argentina.
El barco desembarcó en el puerto de San Lorenzo, cerca de Rosario. Allí, las autoridades migratorias les brindaron ayuda y, después de un tiempo, Mohamed se instaló en Buenos Aires. Allí, empezó con la venta callejera de artesanías.
La historia de Mohamed Belasem
Un día, mientras caminaba por la ciudad, conoció a un propietario de un restaurante de cocina árabe que, además de ofrecerle comida, le dio trabajo y lo introdujo al mundo de la gastronomía. Fue ahí donde aprendió a preparar shawarma y, con el tiempo, pudo adquirir su propia máquina para recorrer ferias y eventos.
En 2006, alguien le sugirió a Mohamed que visitara Córdoba, una recomendación que cambió su vida. Al llegar, la Sociedad Árabe Musulmana lo ayudó a instalarse, y en 2007 participó por primera vez en la Feria de Colectividades de Alta Gracia.
Primero vendía sus shawarmas en forma ambulante, hasta que en 2019 abrió las puertas de Las Noches de Bagdad, que comenzó como un local de comida para llevar y hoy es un espacio con mesas, donde se pueden disfrutar sus especialidades, como el shawarma y el falafel.
Las Noches de Bagdad ofrece además empanadas de acelga, carne, queso. Y postres tradicionales como el mabrume, la namura y el mamul de dátiles, nuez y coco.