Las pastas tienen un sello italiano y latino que es indeleble, más allá de que diferentes culturas del mundo la adoptaron como parte de su cocina y le dieron, claro, su particular estilo. Y si hay una figura que sobresale dentro de este rubro pastero, en una coincidencia mayoritaria, que se trata de los tallarines.
Con un chorrito de aceite de oliva, con alguna salsa contundente y, para los que estén un poco apurados, con un trocito de manteca, los tallarines difícilmente fallen. Pero, como todo, si son hechos en casa, tienen un sabor especial. Para eso, hay una receta práctica y sorprendente para prepararlos.
Sorprendente porque se pueden hacer los mejores tallarines caseros con solo cuatro ingredientes, y práctica porque no lleva grandes dificultades ni siquiera invertir demasiado tiempo y ni mucho gasto en gas (o electricidad) para cocinarlo.
Leé también: El plato de pasta italiana que estabas esperando y no sabías: receta de cavatelli con brócoli y ajo
Es cuestión de amasar un poco, estirar, cortar a mano con un cuchillo o con la máquina de hacer fideos en caso de tener una, y después echarlos en una olla de agua hirviendo. En menos de 10 minutos de cocción, el plato de tallarines caseros estará en la mesa listo para que los comensales lo disfruten.
Cómo hacer los mejores tallarines caseros: ingredientes
Está dicho, son únicamente cuatro los ingredientes necesarios para poder cocinar tallarines:
- 700 gramos de harina
- Cuatro huevos frescos
- Sal fina (se le pone a gusto)
- Agua (la cantidad necesaria para hervir y cocinar)
Cómo hacer los mejores tallarines caseros: modo de preparación
Se trata de una comida que se hace bastante rápido, en menos de dos horas. Aunque no necesariamente tienen que cumplirse las etapas de preparación y cocción de modo inmediato.
Suponiendo un almuerzo familiar de domingo (el día más típico para comer pastas en la cultura gastronómica italoargenina), tranquilamente los tallarines caseros se pueden preparar a la mañana, dejarlos reposar unas horas y finalmente -cerca del horario de la comida- hervir el agua y cocinarlos. En caso de que el momento de la cocción fuese varias horas después, convendrá guardarlos en la heladera, envueltos como para que no se sequen.
Cómo es el paso a paso para preparar los tallarines caseros:
- Limpiar y despejar la mesada. Luego, con un vaso medidor de gramos, poner los 700 gramos de harina formando una corona, dejando libre un hueco en el medio. Si bien el vaso le da más precisión, no es determinante: se puede calcular perfectamente a ojo, estimando tres cuartos de un paquete de un kilo de harina.
- Tomar los cuatro huevos, cascarlos y ponerlos en el hueco dejado especialmente en el centro de la corona de harina. Los huevos van con yema y con clara.
- Agregarle sal fina a gusto.
- Ir uniendo la masa y el contenido de los huevos rotos con las manos y agregarle algunos chorritos de agua natural, en caso de ser necesario. Esto ocurre cuando la masa queda muy espesa. El agua lo resuelve, aunque hay que tener en cuenta de que sea de a pequeños chorros, para no pasarse y que quede una masa demasiado chirla.
- Cuando se formó una masa homogénea y elástica, hay que estirarla. Para esto es fundamental tener un palo de amasar o la máquina de pastas. No hacerlo con las manos porque va a quedar irregular además de muy grueso: el secreto es que la masa quede muy fina.
Leé también: Cómo hacer los mejores ravioles de chorizo y tomate
- Dejar que la masa se airee unos minutos y luego llega el momento del corte. Para ellos, antes hay que espolvorear la mesada con harina, como también la masa que está lista para empezar a cortar.
- Si los tallarines van a estar hechos con corte a cuchillo, entonces hay que enrollar la masa y una vez que está toda enrollada, hacer cortes finos, de pocos milímetros, para que de este modo ya queden formados los tallarines. También pueden hacerse con máquina.
- Poner a calentar una abundante cantidad de agua con sal en una olla grande y dejar que hierva. En ese momento, poner a cocinar los tallarines que estarán listos cuando empiecen a subir a la superficie.
- Es un proceso rápido, de menos de 10 minutos. También se pueden ir probando y sacarlos del agua de acuerdo al gusto de quien los cocine. Si son al dente, deberán estar ligeramente duritos. Luego, colar y servir.