La gastronomía es una de las claves para las Fiestas: en las reuniones familiares de Navidad y Año Nuevo suelen abundar distintos tipos de comidas y preparaciones, dependiendo de los gustos de cada persona. Sin embargo, el pan dulce es un clásico que se mantiene a lo largo de los años. Debido a los precios de la variedad de repostería, muchos prefieren hacerlo en casa: incluso, se puede preparar sin TACC como alternativa para aquellos que padecen de celiaquía.
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Los puntos fuertes del pan dulce son la miga, que debe ser esponjosa y aireada sin perder su sabor característico; y los elementos en su interior, como chips de chocolate, frutos secos o pasas de uva. En la opción libre de gluten, hay dos versiones que se adaptan a las posibilidades económicas de los agasajados: una de ellas se puede llevar a cabo sin manteca ni leche, mientras que la segunda tiene un formato más convencional.
Los ingredientes para el pan dulce casero sin TACC
- 270 gramos de premezcla sin TACC (formada por almidón de maíz, fécula de mandioca y harina de arroz)
- Cinco cucharadas de leche en polvo.
- Dos cucharadas de goma xantana.
- Una cucharada de polvo para hornear apto para celíacos
- 25 gramos de levadura fresca
- 150 centímetros cúbicos de leche
- 1 cucharada de esencia de agua de azahar
- Dos huevos
- 50 gramos de manteca fría
- Una cucharada de ralladura de limón
- 50 gramos de azúcar
- Una cucharada de esencia de vainilla
- Una cucharada de miel
- 150 gramos de frutos secos, fruta abrillantada o chispas de chocolate
La receta para el pan dulce casero sin TACC
Lo primero que se debe tener en cuenta es la limpieza de los utensilios, los que no deben estar afectados por partículas de gluten, lo que en la jerga de la cocina sin TACC -que es la sigla de Trigo, Avena, Cebada y Centeno-, para de ese modo evitar la llamada “contaminación cruzada”.
El primer paso es espumar la levadura junto a la leche tibia y una cucharada de azúcar. Otra posibilidad es reemplazar la levadura seca por un sobre de la misma en polvo. Posteriormente, hay que mezclar en un recipiente los huevos, el azúcar, la miel. las esencias y la ralladura de limón. A la mezcla ya realizada, se le añade la levadura espumada para integrarla.
En otro bowl, es necesario agregar la premezcla junto a la goma xantana y el polvo para hornear. Luego, también se coloca la manteca fría y se forma un arenado utilizando una espátula, un tenedor o cualquier utensilio que haya en la cocina (siempre sin rastros de gluten). Lo ideal es no trabajar con las manos para no derretir la emulsión.
Después, se deben agregar los secos a la primera preparación y, en un plato aparte, preparar la fruta. En principio, es necesario poner una cucharada de premezcla con el objetivo de que puedan quedar en la base del pan dulce durante la cocción. Al finalizar, hay que integrar los frutos a la masa.
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Con la masa lista, solo queda rellenar hasta tres cuartos los moldes para el pan dulce. Como preferencia, se pueden usar moldes pequeños para que la cocción se efectúe de manera pareja y que quede lo mejor posible. Ya en sus recipientes, es necesario dejar leudar por 30 minutos: mientras tanto, hay que prender el horno y precalentarlo a una temperatura cercana a 180°.
Pasada la media hora correspondiente, se tienen que cocinar los pancitos a fuego medio. El tiempo de cocción siempre va a depender de los moldes que se hayan utilizado previamente: en el caso de que sean de 1/4 (el equivalente a 250 gramos), tardarán alrededor de 20 minutos. Una vez en su punto justo, ya estarán listos para consumir.
