A tan solo 50 minutos en barco desde Buenos Aires, Colonia del Sacramento ofrece una postal de adoquines, faroles y atardeceres sobre el río. Pero detrás de esa imagen clásica, la ciudad atraviesa una transformación silenciosa que amplía sus posibilidades. Patrimonio histórico, experiencias gourmet, rutas del vino, cultura en movimiento y hoteles frente al agua: todo convive en un destino que invita a quedarse, descubrir y volver.
Mientras el casco histórico sigue siendo el atractivo por excelencia —con sus calles empedradas, sus fachadas coloniales y su aire de época—, a pocos kilómetros de allí, Colonia también mira al futuro. En la zona del Real de San Carlos, avanza el desarrollo de un distrito innovador que busca convertirse en la ciudad más moderna de Uruguay, con foco en tecnología, sustentabilidad, vivienda, educación e industrias creativas. Es parte de un proceso de transformación que complementa la herencia patrimonial con nuevos polos de actividad y experiencias contemporáneas.
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El turismo crece. En el primer trimestre de 2025, casi un millón de argentinos (974.742) cruzaron hacia Uruguay, un 52,3 % más que en el mismo período del año anterior. De ese total, unos 130.000 ingresaron por el puerto de Colonia, que se consolida como una puerta de entrada al país vecino y una escapada cada vez más codiciada.

Si bien muchos la piensan como una salida de ida y vuelta en el día, basta con desviarse un poco del circuito tradicional para entender que Colonia tiene mucho más para quedarse: sabores locales, proyectos con historia, rincones que sorprenden y una creciente infraestructura pensada para hacer de cada estadía una experiencia.
La ruta del vino de Colonia
Una de las formas más atractivas de explorar Colonia a fondo es a través de sus sabores. La región se posiciona con fuerza en el mapa enológico del país y propone una ruta del vino en expansión, con bodegas jóvenes, etiquetas de autor y experiencias pensadas para quienes buscan descubrir el perfil enológico del suroeste uruguayo.

Esta ruta del vino está formada por Almacén de la Capilla (Cordano), Buena Vista, Bodega de los Cerros San Juan, Campotinto, El Legado, Familia Irurtia, Fripp, Hacienda del Sacramento, Los Pinos, Narbona, Piccolo Banfi, Viñedos y Olivares del Quintón y Zubizarreta
Entre viñedos y barrancas, Bodega Los Cerros de San Juan es una parada obligada para quienes buscan combinar enoturismo, historia y paisaje. Fundada en 1854, es la más antigua del país. Produce más de 450.000 litros al año, y conserva técnicas ancestrales como la fermentación en ánforas.

Visitas guiadas, catas premium y menús maridados se ofrecen en su restaurante, Almacén de Piedra, la antigua tienda de ramos generales de lo que fuera el pueblo San Juan.
Los Cerros de San Juan comercializa vinos de diferentes categorías bajo tres marcas: Cuna de Piedras, Maderos y Familia Lahusen, en honor a los fundadores y elaborada con cepas alemanas como riesling y gewürztraminer.

Otros de los varietales blancos que tienen son sauvignon blanc y chardonnay. Dentro de los tintos cuentan con cabernet sauvignon, merlot, pinot noir y, por supuesto, tannat.
La ruta del queso de Colonia
La tradición quesera en Colonia se remonta al siglo XIX, con la llegada de colonos europeos que trajeron consigo sus técnicas de elaboración y crearon lo que hoy conocemos como el famoso “Queso Colonia”. Desde entonces, la producción de quesos artesanales se convirtió en un pilar cultural y económico del departamento, y hoy forma parte del ADN local.
La ruta del queso atraviesa pueblos, caminos rurales y tradiciones familiares. Las opciones van desde pequeñas queserías domiciliarias, donde se elaboran piezas únicas en los fondos de las casas, hasta instalaciones más grandes y especializadas, con procesos tecnificados y enfoque sustentable. Cada parada ofrece una propuesta distinta: cambia el tipo de leche, la receta, el método de maduración, el sabor final o la historia detrás de cada producto.

Quienes abren las puertas a los visitantes y forman parte de esta rica ruta son: Honegger, Centro Emmanuel, establecimiento Nicant, La Cremerie, La Cumbre, Los Criollitos, Vinoteca de la Colonia, La Positiva, Los Fundadores, Landkase, La Vigna, Granja 109, Hotel Mon Petit, Naturalia y Dufau.
A lo largo del recorrido, también se ofrecen catas, maridajes con productos locales y visitas guiadas que enseñan sobre las técnicas de producción artesanal y sustentable, muchas de ellas vinculadas a prácticas agroecológicas.
No hay dos sitios iguales: cada productor tiene su sello, su receta y su manera de contar la historia a través de sus quesos.

En Colonia Suiza, Granja La Cumbre combina tradición familiar con compromiso ambiental. El establecimiento reutiliza agua, genera biogás, promueve el bienestar animal y abre sus puertas a los visitantes con degustaciones, brunchs campestres y recorridos por las instalaciones. El aroma a leche recién ordeñada y pan casero guía el camino entre los corrales y la quesería.
La historia de la familia Celio Walker atraviesa cinco generaciones y hoy produce quesos como Colonia, Raclette y Chester, a partir de recetas propias.

“Cuando arrancamos teníamos cinco vacas y 14 hectáreas. Hoy ya contamos con 140 vacas, más de 100 hectáreas y producimos cuatro mil litros diarios de leche”, cuenta Karina Celio Walker, quien dejó su trabajo en una multinacional para continuar con el legado familiar.
Gastronomía en el casco histórico
La gastronomía de Colonia del Sacramento ofrece una variedad de opciones, desde la cocina tradicional uruguaya hasta platos internacionales. Los restaurantes en el casco histórico, como La Pulpería de los Faroles, ofrecen carnes, pastas, pescados y mariscos, además de chivitos y pizzas, junto con vinos y cervezas locales.
A poco más de 200 metros, está uno de los restaurantes favoritos de la ciudad. Casa Viera ofrece platos sabrosos y bien presentados pero sin pretensiones: pastas caseras, pesca, risottos, provoleta, milanesa gratinada. La iluminación cálida y el murmullo tenue de conversaciones crean un clima íntimo y relajado.

Estos platos se combinan con una barra que tiene tragos tradicionales, de autor y destilados regionales. Entre los tragos más pedidos se encuentra Sur Gin 34, el gin local premiado internacionalmente: Gin del Año 2024 según USA Spirits Ranking, Mejor Gin de Sudamérica en los Gin Guide Awards 2025 entre otros galardones.

Buena ambientación, música suave y una carta breve pero sólida se combinan con un servicio cordial que invita a quedarse un rato más.
La Plaza de Toros: del abandono al renacimiento
Con estructura metálica importada de Europa y estilo neomudéjar, la Plaza de Toros del Real de San Carlos fue construida en 1920 por el austrohúngaro y naturalizado argentino, Nicolás Mihanovich dentro de un megaproyecto que incluía el Hotel Casino o la cancha de pelota paleta más grande de Sudamérica. Las primeras corridas ya fueron sin derramar sangre y apenas 2 años después llegó la prohibición total de espectáculos con animales.

Abandonado durante más de 70 años, en 2028 comenzaron las tareas de recuperación y reabrió en diciembre de 2021 como espacio cultural multifuncional con capacidad para 4.500 personas. Su restauración no solo rescató un símbolo arquitectónico, sino que reinsertó al barrio en el circuito cultural y turístico de la ciudad.

Por su arena ya pasaron Plácido Domingo, Andrés Calamaro, Ruben Rada o Palito Ortega. Además, tiene carpa para eventos indoor y una agenda activa que combina recitales, ferias, congresos, eventos sociales, muestras y propuestas turísticas.
Hoteles frente al río: relax, diseño y confort
Colonia del Sacramento ofrece opciones para diferentes presupuestos y preferencias, desde hoteles de lujo a hoteles boutique o hostels y casas de alquiler temporario. El Barrio Histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una de las zonas elegidas para hospedarse. Pero otros de los alojamientos favoritos son los que tienen vista al río.
Diseñado por el reconocido arquitecto Martín Gomez, Costa Colonia Riverside Boutique Hotel mira de cara a la costa. El Spa de 200 m2 está equipado con piscina exterior, 2 salas de masajes, piscina interior climatizada, gimnasio y sauna húmedo. “Un hotel decididamente moderno que cambia vistas de casas antiguas de piedra por vistas panorámicas de la puesta de sol sobre el Río de la Plata”, describe la Guia Michelin.

Dazzler by Wyndham Colonia se ubica en uno de los lugares más pintorescos de Uruguay, en la Av. Rambla de las Américas 1530, y una de sus más grandes virtudes es la excelente vista panorámica al Río de la Plata que permite disfrutar de atardeceres únicos. Es el único hotel 4 estrellas de la ciudad con todos los servicios integrados: spa, pileta interior, suites espaciosas, desayuno buffet y acceso directo a la rambla.

A apenas una cuadra del casco histórico, el Radisson Colonia tiene una posición privilegiada, con terrazas sobre el río y una piscina abierta con vista panorámica. Es un hotel de 4 estrellas que además ofrece una experiencia de alojamiento de alta gama, piscina cubierta climatizada, spa y centro de bienestar, restaurante también con vista panorámica y habitaciones con estilo europeo.

Colonia del Sacramento sigue siendo esa postal entrañable que todos recuerdan, pero hoy se despliega en capas: cada rincón guarda una historia, cada sabor deja huella, y cada atardecer junto al río parece una buena excusa para volver.