Mientras gran parte del mundo abre sus fronteras al turismo internacional después de dos años de incertidumbre por la pandemia del coronavirus, algunos destinos ensayan formas de ponerle un freno a las visitas masivas para cuidar su patrimonio.
Es el caso de Venecia, una ciudad que antes de la pandemia registraba altos niveles de sobrepoblación turística. La delicada infraestructura del lugar llevó a las autoridades locales a plantear un sistema de reservas y de tarifas para controlar el ingreso de los viajeros.
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Sistema de reservas para entrar a Venecia
La prueba piloto del sistema empezará a implementarse en junio. Todos los viajeros que quieran entrar a Venecia tendrán que hacer una reserva anticipada a través de un sitio web. Después de tramitarla, recibirán un código QR para escanear en los principales puntos de acceso a la ciudad.
Pero no todos deberán pagar una tarifa para ingresar: la entrada arancelada estará reservada a los excursionistas, es decir, a los visitantes por el día. Los turistas que pasen una o más noches en Venecia estarán exentos de pagarla porque ya abonan una tasa turística.
Cuánto cuesta la entrada a Venecia
Quienes quieran viajar a la ciudad durante el día tendrán que abonar entre 3 y 10 euros. El monto dependerá de qué tan ocupado esté el destino el día de la visita: los días más concurridos, los fines de semana y las fechas especiales tendrán la tasa más cara.
La tarifa deberá pagarse con tarjeta de crédito, Paypal o transferencia bancaria de manera anticipada.
El objetivo de estas medidas es permitir un máximo de entre 40 mil y 50 mil visitas por día, un dato no menor si se tiene en cuenta que antes de la pandemia se registraban hasta 80 mil turistas diarios. Si la prueba tiene éxito, se implementará de forma permanente desde enero de 2023.
