Las ollas tradicionales pueden quedar en el pasado con la llegada de un nuevo invento: la olla de cocción lenta digital.
Este producto facilita el proceso para hervir los alimentos, es más sencillo para lavar y no es necesario estar encima todo el tiempo para controlar el fuego debido a que es eléctrico.
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Las ventajas de la olla de cocción lenta digital
Tiene un control de temperatura ajustable, lo que permite cocinar los alimentos a la perfección sin el riesgo de quemarlos o que se cocinen de manera desigual. A diferencia de las ollas, donde la temperatura depende de la perilla de la hornalla y requiere una vigilancia constante, este nuevo dispositivo asegura una cocción uniforme con solo seleccionar el nivel de calor adecuado.
Otro aspecto que se destaca es la fácil limpieza. Las ollas tienden a acumular suciedad que resulta difícil de eliminar, sobre todo después de cocciones largas o a altas temperaturas. Este nuevo producto, en cambio, cuenta con un desmontable que permite limpiar el aparato en pocos segundos, lo que supone un gran alivio para quienes buscan practicidad en la cocina.
Este dispositivo no solo promete mejorar la experiencia de cocción, sino que también tiene un precio que parte desde $62.000 en las más baratas hasta $300.000 en las más costosas.
La capacidad de la olla de cocción lenta digital también es clave, ya que permite preparar grandes cantidades de comida gracias a sus 3,5 litros, lo que la hace ideal para familias numerosas o para quienes cocinan grandes porciones de una sola vez.
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Cuáles son las recomendaciones para usar la olla de cocción lenta
- Preparar los ingredientes con anticipación: cortar las verduras, carnes y otros ingredientes en trozos uniformes antes de ponerlos en la olla. Esto asegurará una cocción pareja y ayudará a que los sabores se mezclen bien.
- No llenar la olla por completo: llenar la olla entre un 50% y un 75% de su capacidad para que el calor pueda circular de manera adecuada. Si se carga demasiado, es posible que los alimentos no se cocinen bien.
- Evitar levantar la tapa: cada vez que se abre la tapa, el calor se escapa y el tiempo de cocción se prolonga. Solo hay que destapar cuando sea realmente necesario.
- Ajustar los líquidos: las ollas de cocción lenta tienden a retener la humedad, por lo que no necesitarás tanta cantidad de líquido como en otros métodos de cocción. Usar aproximadamente un 20% menos de líquido de lo que se usaría normalmente.
- Dorar las carnes antes de cocinarlas: aunque no es obligatorio, dorar la carne antes de colocarla en la olla de cocción lenta le dará un sabor más profundo y rico a los guisos y estofados.
- Utilizar los diferentes modos de temperatura: aprovechar las opciones de temperatura alta, baja y mantener caliente según el tipo de alimento que se esté preparando. Por ejemplo, usar la temperatura baja para carnes que necesiten una cocción prolongada y la alta para recetas rápidas.
- Agregar ingredientes delicados al final: si se usan hierbas frescas, lácteos o ingredientes delicados como mariscos, añadirlos en la última hora de cocción para evitar que se desintegren o pierdan su sabor.
- No sobrecocinar los alimentos: aunque las ollas de cocción lenta están diseñadas para largas horas de cocción, algunos ingredientes como las verduras de hoja o los fideos pueden volverse pastosos si se cocinan demasiado. Añadirlos en los últimos minutos de cocción.
- Mantener la olla limpia: usar bolsas para cocción lenta o aplicar una capa de aceite en el interior para evitar que los alimentos se peguen y facilitar la limpieza.
- Planear con tiempo: las recetas en ollas de cocción lenta requieren más tiempo, pero la ventaja es poder dejar los ingredientes cocinándose mientras se realizan otras tareas.