“Nuestro objetivo es la defensa del derecho al olvido, por eso borramos los contenidos en Internet relacionados con empresas y particulares”. La frase de presentación pertenece a la empresa Eliminalia, una firma radicada en Barcelona, España, con sedes en distintas partes del mundo, que se dedica a “eliminar” material en la web vinculado a personas u organismos. Una especie de nuevo comienzo -virtual- para quienes contratan estos servicios.
Uno de los últimos en hacerlo fue un empresario, a quien años atrás se lo investigó en la Justicia acusado de lavar dinero de un reconocido narcotraficante. El hombre luego sería sobreseído en el expediente que se tramitó en el Juzgado Federal de Campana, pero en Internet aún se pueden encontrar diversos artículos en los que se relatan las acciones que la Justicia llevaba adelante por aquellos días para intentar determinar si la acusación tenía veracidad o no.
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Uno de estos artículos fue publicado por TN.com.ar en 2017. La nota contó los detalles de un allanamiento realizado por la División Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina (PFA) que tenía como objetivo dar con el por entonces acusado. Ahora Eliminalia solicita que se quiten los datos personales de su cliente ya que fue sobreseído en el caso. El pedido se funda en que pese a esta resolución de la Justicia el hombre “sigue sufriendo las consecuencias, y nuestro objetivo es tratar de ayudar”.
El requerimiento de la empresa abre un abanico de interrogantes: ¿Puede una empresa eliminar el prontuario de una persona en Internet? ¿Qué prácticas utiliza para hacerlo? ¿Qué artilugios legales tiene para lograr su objetivo?
Según pudo saber TN.com.ar, estas empresas se basan en el derecho al olvido, un concepto que hace referencia a la facultad que tiene una persona de solicitar a las empresas o a los motores de búsqueda que eliminen o bloqueen un dato personal por considerar que afecta alguno de sus derechos fundamentales. El término surgió en 1990 y está relacionado con la protección de datos personales, el derecho a la privacidad y el derecho al honor. Las firmas también eliminan fotografías y contenidos en redes sociales.
La tarea de estas compañías consiste en “borrar el rastro tanto en buscadores (Google, Bing, Yahoo! etc), portales web, blogs o en cualquier otra plataforma donde desee eliminarlo”. Pero, ¿cómo lo hacen? El primer paso es clasificar el contenido, luego se comparte con el cliente las publicaciones negativas halladas en Internet y se identifica las páginas webs en donde estén vertidos estos contenidos y a sus respectivos editores responsables.
Según pudo saber este medio, la firma promete borrar uno por uno todos los enlaces que existan sobre una persona o empresa. En primer lugar, la firma se contacta con el responsable del medio o de la publicación para solicitar la baja de la información o, incluso, requerir que solo se eliminen los datos personales del cliente. En caso de que el pedido no prospere, la propia compañía advierte que puede llegar a tomar acciones legales a través de sus abogados.
El especialista en tecnología Julio López consideró en diálogo con TN.com.ar que una empresa no puede “de ninguna manera” pedir que se borre contenido de un artículo periodístico.
“No están autorizadas a hacerlo, no tienen el poder legal, no se puede verificar la representación real. Los medios están preparados para los errores, porque los hay, desde fe de errata hasta procedimientos a través de los que se acciona ante una equivocación. Pero una cosa es un error y otra es hacer desaparecer un hecho”, señaló.
Lo que se conoce hasta el momento de Eliminalia es que la firma se pone en contacto con los responsables de los medios en los que se hayan publicado datos sobre sus clientes y solicita borrar datos o, incluso, dar de baja la publicación. La manera en la que lo hace, es, por ahora, desconocida.
“Creo que este tipo de empresas no buscan dar una solución total sino minimizar el daño lo más posible. Si tenés 100 búsquedas negativas, la bajan a 50. Entiendo que ni siquiera se manejan de forma presencial sino de manera virtual”, sumó López en su análisis. El especialista advirtió, además, que este tipo de casos en la prensa puede causar un efecto Streisand, es decir, que se vuelva a indexar el nombre de la persona involucrada. “Eso es lo que justamente él quería ocultar y ahora nuevamente se vuelve a mencionar su apellido”, indicó.
El “derecho al olvido” en la Argentina
En agosto de 2020 la Justicia aplicó lo que muchos llaman “derecho al olvido”. Fue un fallo que sentó un precedente en la jurisprudencia nacional sobre la responsabilidad de los buscadores en Internet y obligó a Google a borrar las búsquedas referentes al pasado mediático de la ahora conductora y empresaria Natalia Denegri.
Sin embargo para Google existe una diferencia entre lo que ofrece la empresa Eliminalia y el fallo en favor de Denegri.
“La compañía busca eliminar por completo el contenido de la Web, con diferentes tipo de argumentos, pedidos y hasta falsedades”, le aseguraron desde la compañía internacional a TN.com.ar. “En cambio, el pedido de Denegri lo que busca es evitar que los buscadores entreguen esos resultados a los usuarios. El contenido sigue estando disponible en Internet, pero las plataformas -que en ese caso es Google, pero podrían ser otras como Yahoo! o Bing- no mostrarán videos o imágenes con las escenas mediáticas que protagonizó la mujer”, agregaron.
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Pese al fallo de la Cámara Nacional que confirma la sentencia contra Google, desde la empresa le dijeron a este medio que evalúan recurrir a la Corte Suprema de Justicia. “La Cámara nos ordena remover contenido legal, por ejemplo fragmentos de programas televisivos de tipo periodístico, artístico o humorístico, los que forman parte del acervo cultural más allá de la valoración subjetiva que se haga sobre sus méritos y buen gusto. Es importante un debate más profundo sobre esta decisión para evaluar las consecuencias de habilitar la desindexación de contenido legal relacionado a hechos de amplia repercusión pública”, informaron desde la firma internacional.
López aporta una mirada similar respecto a esta cuestión al asegurar que lo de Eliminalia “no se basa en el derecho al olvido, sino que buscan hacer desaparecer un hecho”. “Una cosa es el poder que tienen los buscadores para acotar el daño que se pueda llegar a hacer justamente a través de un buscador, y otra es eliminar algo que efectivamente ocurrió”, agregó.
La discusión para los especialistas pasa por la decisión de permitir “editar” la vida de las personas con el objetivo de eliminar contenidos que no les gusten y que no sean del ámbito privado. Beatriz Busaniche, presidenta de la Fundación Vía Libre, había dicho en 2020 que “el derecho al olvido como tal no existe en la Argentina” y sostuvo que -en todo caso- lo que se podría invocar es la ley de Protección de Datos.
El otro punto fundamental, y que se vincula con lo sucedido en la Argentina con Denegri, es el límite entre “derecho al olvido” y “libertad de prensa”.
Los artilugios para borrar prontuarios
En Europa la empresa Eliminalia fue señalada por llevar adelante diversas maniobras para lograr su objetivo. En España una periodista contó, en 2019, los artilugios de la compañía para intentar borrar artículos de Internet. Eva Belmonte compartió un hilo en Twitter en el que explicó que, tras varios pedidos de la empresa para eliminar una nota, le llegó un aviso de Google en el que se le informaba que desindexaban el artículo por infringir las normas de copyright. En realidad lo que hicieron fue clonar la historia original para después reportarla como copia.
Algo similar denunció el portal de noticias La Silla Vacía de Colombia, que en enero de 2020 recibió un aviso de la empresa estadounidense que aloja su sitio Web para borrar dos notas, bajo la amenaza de suspender los servicios, o dicho de otra forma, retirar al portal de Internet.
El método había sido el mismo: dos personas, bajo juramento, afirmaron que La Silla Vacía les había copiado contenido, violando la ley de derechos de autor en Internet de Estados Unidos, conocida como DMCA, por sus siglas en inglés.
Según el medio colombiano, una empleada de Eliminalia, Olga Pasalska, presentó como pruebas las notas de un portal de noticias falsas, “El Pais-Noticias”. Allí estaba alojado un artículo exactamente igual al que había publicado hace unos meses incluso sin editar: no cambiaron frases que atribuyen la nota a La Silla Vacía.
TN.com.ar se comunicó con la firma española para obtener su versión de los hechos y conocer su metodología de trabajo. Tras numerosos intentos que tuvieron como objetivo dar con autoridades de la compañía, una abogada de la empresa se puso en contacto con este medio y explicó que si TN.com.ar decide no dar de baja la nota “está en todo su derecho” al asegurar que Eliminalia se basa en el “derecho al olvido”. “La idea no es judicializar la cuestión”, agregó. La mujer se comprometió a enviar una respuesta vía correo electrónico, que hasta el cierre de esta nota no había sido recibida.