Nacho mira a cámara sin titubear. Como si supiera que su mamá Andrea y el periodista Federico Wiemeyer están hablando de él. Recién tiene 3 meses pero una historia de vida poderosa que arranca con un enorme gesto de amor: ante la imposibilidad de concebir, sus papás buscaron que él naciera por subrogación de vientre en Ucrania. Trámites mediante, lo lograron pero con un detalle no menor: Nachito nació en plena pandemia. Por eso, hubo que atravesar infinitos obstáculos y un océano pero todo pasó: ya están en Buenos Aires. Otra etapa empieza.
Así lo narra Andrea a Telenoche, el programa con el que compartió toda esta historia. Emocionada siempre, la mujer no puede creer haber llegado hasta acá. Pasadas dos semanas de cuarentena, Nacho salió por primera vez para ver al pediatra el día de la entrevista. "Estoy muy feliz. Nacho es muy bueno y curioso. Duerme mucho, duerme bien, se levanta solo a las 5 de la madrugada. Es un santo. Además me deja trabajar. Compartimos mucho porque estoy trabajando desde casa", cuenta Andrea sus vivencias como mamá primeriza.
Describe también que cuando llegaron de Ucrania a la Argentina se le ocurrió pasar por la casa de su mamá, la abuela de Nachito. "Ella lo vio detrás de la ventanilla de un auto. Eso es lo que tiene la pandemia... igual la emoción fue enorme. Toda la familia está esperando la luz verde para conocerlo", comparte Andrea. "Nacho entró al país con pasaporte argentino", agrega orgullosa.
Como desde el principio, la felicidad desborda su mirada. No hay barbijo que la contenga. Una nueva etapa comienza en esta historia que Andrea define como "increíble y maravillosa". Nacho sigue escuchando atento y mirando vivaz a cámara. Ya no hay obstáculos. Está en casa.