El 31 de agosto de 1999, a las 20.53, el Boeing 737 matrícula LV-WRZ de la compañía Líneas Aéreas Privadas Argentinas (LAPA) estaba listo para el despegue. Los pilotos Gustavo Weigel y Luis Etcheverry aumentaron la potencia y el avión comenzó a carretear. Segundos después la alarma de los flaps comenzó a sonar, pero los hombres a cargo de la aeronave optaron por desacreditar el alerta.
La caja negra del vuelo 3142 de LAPA
"No sé qué es lo que pasa, viejo, pero está todo bien", se escucha decir a Weigel, exactamente 33 segundos antes de que el avión, a las 20.54, se incendiara a metros del aeropuerto Jorge Newbery, en una tragedia que dejó un saldo de 65 víctimas y 34 heridos, uno de los mayores desastres aéreos de la historia argentina.
Para cuando los comandantes intentaron activar los frenos ya era demasiado tarde y el fin de la pista estaba próximo. El Boeing 737-200 atravesó las rejas, cruzó la avenida y golpeó de lleno contra una estructura del campo de golf de Punta Carrasco.
La conversación quedó registrada en la caja negra del avión. Son 30 minutos de grabaciones, que fueron analizadas por los peritos del caso, los que llegaron a la conclusión de que tanto Weigel como Etcheverry no cumplieron correctamente sus funciones al no advertir que la aeronave tenía una falla. Además se estableció que hubo irregularidades en el control de la cabina y en la configuración de los flaps.
Este sistema se utilizan para aumentar la sustentabilidad a bajas velocidades, es decir, en el despegue y en el aterrizaje. El hecho de que no se hayan activado le impidió a la aeronave levantar vuelo y todo terminó de la peor manera.
En 2010, el Tribunal Federal 4 condenó por estrago culposo al gerente de operaciones de LAPA Valerio Diehl y al jefe de mantenimiento de los B737, Gabriel María Borsani; desvinculó del expediente a los principales directivos y responsabilizó al piloto Gustavo Weigel por ignorar la alarma de los flaps que indicaban que el despegue debía suspenderse. Y como si fuese poco, cuatro años después la Corte Suprema de Justicia prescribió la causa. Esto tiró por tierra con todo intento de los familiares de reactivar el expediente.
