El 8 de julio de 2008, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó sanear la cuenca Matanza-Riachuelo. Pasaron diez años de aquella resolución y la contaminación sigue presente, con mejoras relativas que no alcanzan y una promesa incumplida.
La intervención de la Corte fue por una presentación de una vecina que concurría a Villa Inflamable, en la localidad de Avellaneda: Beatriz Mendoza, así incluso lleva de nombre el fallo con el cual el máximo tribunal ordenó la limpieza profunda de la cuenca.
En el fallo se fijaron etapas que se deben ir cumpliendo además de la creación del ACUMAR (Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo), que concentra al Estado nacional, la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires. Es que los más de 60 kilómetros de extensión de sus aguas atraviesan 14 municipios y la capital del país.
Entre los distintos objetivos, la Corte ordenó la ampliación de la infraestructura cloacal, implementar un plan de salud que tenga su origen en la contaminación, control de la actividad industrial, tratamiento de la basura doméstica, limpieza del camino de sirga y una tarea que aún está en veremos como ser sanear el lodo del Riachuelo, o sea, el piso.
Inicialmente, la ejecución de las obras estaba a cargo (por orden de la Corte) del juez federal de Quilmes, Luis Armella, pero fue apartado en 2012 por supuestas irregularidades en la contratación de las obras para el saneamiento. En su lugar se puso al juez federal de Morón, Jorge Rodríguez, en lo que es el control de la ejecución, y al juzgado federal 12 de la Ciudad (hoy a cargo de Rodolfo Canicoba Corral) a cargo del control presupuestario.
Desde el inicio de las obras para lograr el saneamiento se gastaron 46.501.407.952 de pesos. La casi totalidad de los fondos los aporta el Estado nacional.
La principal fuente de contaminación son los fluidos cloacales que se vuelcan en el Riachuelo, así como los vertidos industriales y (en menor incidencia) la basura doméstica. La principal deuda en la tarea de limpieza es la red de cloacas, ya que los fluidos que actualmente se vuelcan son más del 90% de la contaminación. Después llegará e momento de la construcción de viviendas para relocalizar a la mayoría de las familias que viven en los alrededores y el plan de salud integral.