“Buenas, acá está mi lugar de trabajo... cocina y florería”. Así recibe Malena al periodista Jason Mayne en esta nueva historia de Telenoche. Antes de la llegada del coronavirus, se dedicaba a organizar eventos corporativos y sociales. Le iba bien. Pero como se sabe, cualquier tipo de fiesta presencial será lo último que pueda normalizarse una vez superada la pandemia. Malena es consciente de su situación y por eso decidió darle un giro a su vida. Uno que también la hace sentirse bien: ahora prepara bellísimos ramos de flores.
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El llamado de una amiga pidiéndole ramos secos para decorar un local fue el disparador para empezar. Después, empezó a hacerlo casa por casa. “El miedo tiene que llevar a la acción”, asegura. Es que los ingresos habían caído y, en un principio, no sabían cómo iban a hacer. Todo esto lo cuenta mientras muestra su casa invadida por ramos. Las habitaciones, la cocina, la cama. La mayoría de los ambientes están “tomados por flores”.
El trabajo es una empresa familiar porque todos ponen su grano de arena. Entre todos hacen las entregas. Llegan a vender de 5 a 7 ramos por día. Malena asegura que el aislamiento hizo que mucha gente quiera hacer estos regalos porque no pueden saludarse. “Los eventos son un sueño postergado, pero un ramo de flores puede llegar a ese 15, a ese cumple, es un mimo al alma”, reflexiona junto a su hermana y socia, mientras salen a buscar los materiales para trabajar.
“Renacimos, siempre se renace", afirma muy optimista Malena. Como ella misma lo dice, se trata de “una caricia al alma”. No solo por haberle encontrado la vuelta a esta situación inédita: su vida cambió por completo. “Nos estamos acostando a las dos de la mañana para llegar”, asegura sobre la cantidad de entregas, pero lo dice con satisfacción porque en plena cuarentena por coronavirus logró conectar a muchas personas gracias a los ramos de flores que prepara. “La gente encontró la manera de vincularse con esto”, concluye.
