Algo alertó a las autoridades rusas y pusieron manos a la obra. En una mañana, la calle preferida por los hinchas de todo el mundo apareció completamente blindada. Se trata de la peatonal Nikolskaya, una de las arterias principales que une a la plaza de Lubyanka (donde se encuentra el edificio de la exKGB) con la Plaza Roja en Moscú. Decorada con cientos de miles de luces, fue elegida por los hinchas de todo el mundo para hacer sus respectivos banderazos. Los argentinos no fueron la excepción, y en los días previos al partido contra Islandia se podían contar de a miles.
Pero con el correr de los días la calle empezó a mostrar su movimiento habitual, con muchos turistas y menos camisetas de fútbol, ya que los partidos del Mundial (con sus hinchas) se trasladaron hacia las otras ciudades sede. Llama la atención que las autoridades hayan decidido blindar la calle casi 15 días después del inicio del Mundial. En uno de los extremos colocaron un estricto control con detector de metales y revisión de las mochilas. Todas las calles que cruzaban a la peatonal fueron valladas y ahora los hinchas y turistas deben dar una importante vuelta a la manzana para acceder por uno de dos puntos de acceso. El otro está sobre la estación de metro Plóshchad Revolutsii, que también cuenta con su respectivo puesto de control de equipaje y personas.
Según la Agencia de Noticias Rusa, la decisión se tomó para “proteger a las personas” y va a durar hasta que finalice el mundial. Si bien no existe ningún otro comentario sobre los motivos, todo hace presuponer que se recibió alguna amenaza sobre un posible atentado en una de las áreas más transitadas por los hinchas de Moscú.
Hasta el momento, el acceso a la Plaza Roja era el único que contaba con controles con detectores de metales y equipaje. A partir de las últmas horas, se da la misma situación transitando por la peatonal para ir al predio de fútbol armado por la FIFA.
Según las autoridades rusas, la medida podría extenderse hacia otros lugares donde exista una concentración de personas más allá de los específicamente designados por la FIFA, como los estadios y los Fan Fest, que ya contaban con este estricto control similar.
