El aloe vera es de esas plantas que nunca pasan de moda. Su aspecto escultural y minimalista lo hace ideal para cualquier estilo, y además es famoso por sus propiedades medicinales: su gel se usa hace siglos para aliviar quemaduras, picaduras o irritaciones. No sorprende que tenga un lugar permanente en muchos hogares.
Un error muy común entre los que cuidan suculentas es pensar que las puntas rojas del aloe vera indican falta de agua. Álvaro Pedrera, experto en botánica, aclara: “Si tu aloe vera tiene las puntas rojas, no es por falta de agua”.
En realidad, ese color rojizo aparece cuando la planta recibe demasiada exposición directa al sol. Así que, si notás que tus hojas se ponen rojas, no corras a regarlas: probablemente solo necesiten un poco de sombra o reubicarlas.
Leé también: La enredadera que perfuma todo el día: florece en abundancia y casi no necesita cuidados
El exceso de riego, el verdadero enemigo
Aunque el aloe vera es muy resistente, regarlo de más es el error más frecuente. Como buena suculenta, almacena agua en sus hojas carnosas y necesita muy poca humedad. La clave, según Pedrera, es dejar que la tierra se seque completamente entre riegos.
“Si dudás en regarla, esperá unos días más”, aconseja el experto.

Más allá de sus virtudes medicinales, el aloe vera tiene un truco poco conocido: su gel también sirve para propagar otras plantas. Su composición natural funciona como enraizante ecológico, lo que ayuda a cicatrizar los cortes y promueve la formación de nuevas raíces.
Además, si tu planta empieza a generar hijuelos (pequeñas versiones en miniatura que brotan a su alrededor), es señal de que está sana y feliz. Con cuidado, podés separarlos y trasplantarlos a nuevas macetas para ampliar tu colección o compartir con amigos.
Leé también: Las tres plantas ideales para sembrar en noviembre y llenar de color tu jardín en verano
Consejos rápidos para un aloe vera saludable
- Evitá el exceso de riego: dejá que la tierra se seque completamente.
- Controlá la exposición al sol: demasiada luz directa puede teñir las puntas de rojo.
- Aprovechá los hijuelos: trasplantarlos es una manera natural de multiplicar tu planta.
- Usá el gel como enraizante: ayuda a propagar otras especies de manera ecológica.
Con estos consejos, tu aloe vera no solo va a estar sano, sino que también te permitirá experimentar con propagación de otras plantas, combinando belleza, cuidado y jardinería práctica en tu casa.