Ernesto Florida tiene 63 años y es técnico en electrónica, profesión que ejerció durante más de cuatro décadas. En los últimos años le fue difícil conseguir trabajo y como es un apasionado de las motos encontró en una empresa de delivery, la mejor opción para juntar dinero. El fin de semana pasado, mientras realizaba un pedido fue atropellado por un auto. La primera respuesta de la compañía lo golpeó igual de fuerte: le pidieron una foto para chequear si era verdad. "Esto pasa porque no nos creen que podamos haber tenido un accidente", advirtió.
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"Estoy bien ahora. Tengo un golpe fuerte en la cabeza. Soy un viejito fuerte", expresó Florida, desde su casa. El sábado pasado, el hombre fue trasladado al Hospital Tornú después de haber sido embestido por un automóvil en Charlone al 500, en el barrio porteño de Colegiales.
"¿Cómo se encuentra el pedido? ¿Está en buen o mal estado para poder ser entregado?", fue la primera respuesta recibida por el empleado de la empresa Glovo tras comunicar lo que había sucedido. Su historia se conoció en los últimos días gracias a la periodista Yanina Otero, que fue testigo de la situación y publicó una foto de la conversación, a manera de denuncia.
Según contó Florida, el choque ocurrió cuando un auto estacionado aceleró y no lo vio por el espejo retrovisor. "Venía por mi mano y creo que entré en el punto ciego", señaló, en diálogo con TN. Tras ser asistido por el conductor y Otero, lo primero que pasó por su cabeza fue cumplir con el pedido que tenía asignado. "Me preocupé de inmediato en comunicarme con soporte porque era responsable de llevar el producto y de que la persona recibiera su comida. De inmediato pedí que reasignaran el pedido y la respuesta de ellos fue de que sacara una foto", recordó. "Fue una respuesta completamente desproporcionada", aseguró.
"Glovo no nos cree podamos haber tenido un accidente. Esto pasa porque muchos de los 'glovers' son capaces de fingir un accidente para quedarse con la mercadería", explicó Ernesto, sobre la desconfianza por parte de la empresa. "La aplicación se defiende de estas barbaridades que hacen algunos de mis compañeros endureciendo la pena y el procedimiento", agregó.
"Al poco rato del accidente me llamaron de soporte para ver cómo estaba y se contactó también conmigo el gerente de operaciones en Argentina y Uruguay y tuvimos una extensa conversación. Fue muy amable y me pidió disculpas", indicó.
Por su parte, el hijo de Ernesto aclaró que su padre "está cómodo en su trabajo, lo disfruta y no lo tratan mal" y que más bien se trató de "un episodio particular" en el que "se manejaron de manera horrible, demostrando que a ellos lo que les importa la clientela y el producto, y el resto es secundario".
