Por Paula Bernini
El Candil es un barrio en las afueras de Escobar. Los vecinos eligen vivir ahí porque priorizan estar en contacto con la naturaleza. No son lujosas, son casas de clase media. En el centro del barrio hay una plaza. Desde hace años, los vecinos la cuidan, cortan el pasto y toman mate cada fin de semana. Hoy enfrentan una amenaza: la municipalidad quiere usar ese pulmón verde para construir viviendas sociales.
El intendente de Escobar Ariel Sujarchuck, en una sesión extraordinaria, logró que se apruebe el proyecto. Los vecinos se enteraron de lo que estaba pasando cuando una topadora de la municipalidad empezó a destruir la plaza. Averiguaron que el intendente le había otorgado la realización de las viviendas sociales a una mutual fundada en diciembre 2016 y sin antecedentes en el gremio de la construcción. Cuando la noticia llegó al barrio, el proyecto ya estaba aprobado por el Concejo Deliberante de Escobar.
Aunque la necesidad de viviendas sociales es urgente en todos los municipios se deben respetar las formas y los tiempos legales. Uno de los puntos más polémicos es que se le otorga la construccción de las casas a la Mutual Militar "Nuestra Casa" mediante adjudicación directa en enero del 2017.
El 13 de febrero, el intendente les entrega el proyecto a los concejales. En solo 48 horas los legisladores debieron leer 300 hojas, cotejar datos y buscar el consenso de los vecinos. Fue así como en dos días, el 15 por la mañana salió la resolución para la construcción de las casas. Faltaba un mes y medio para que terminara la feria, pera Sujarchuck no podía esperar la vuelta de las sesiones ordinarias.
La gente de Escobar no habla de viviendas sociales, sino más bien de un proyecto inmobiliario. Los valores de las casas son de $888 mil y las cuotas van de $5 mil a $11 mil. Estas viviendas sociales están destinadas a aquellos que tengan sueldos por encima de $20 mil.
Este proyecto inmobiliario no solo se desarollará en el barrio El Candil, lo mismo sucederá en el barrio Loma Verde y Garín. Por eso la municipalidad promete compensar a los vecinos con un espacio verde a 7 km del barrio. Para tirarse del tobogán, los chicos van a tener que tomar un colectivo.
