Los detenidos en la provincia de Buenos Aires superan las 50 mil personas y la cifra duplica el lugar de plazas disponibles. Se trata de la peor crisis humanitaria nunca antes vista en los lugares de encierro. Así lo definen los organismos de lucha por los derechos humanos que controlan las más de 60 cárceles y 483 comisarías en todo el territorio bonaerense.
Semanas atrás en TN Central se dio a conocer un informe por la “crisis penitenciaria” que el Gobierno nacional decretó en el sistema federal de cárceles. Históricamente, en provincia de Buenos Aires las condiciones fueron peores y en la actualidad se llegó a una situación que se pone en foco por la gran cantidad de detenidos: hay más de 40 mil en cárceles, cuando su capacidad es de 20.000, y casi 4000 en comisarías cuando hay camastros para 1300.
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La situación lleva a sobrepasar los límites no solo de capacidad de plazas que tiene cada penal, como ser la Unidad de Olmos –la que más cantidad de detenidos tiene en la Argentina- al alojar a casi 3 mil personas cuando el límite es de poco más de 2 mil. Lo mismo ocurre en las comisarías como lugares de encierro prolongado cuando está prohibido por la Corte Suprema de Justicia.
Por la superpoblación, el juez de ejecución de La Plata José Villafañe prohibió el ingreso de nuevos detenidos en el penal de Olmos, aún cuando se generen vacantes. La comisaría 8va de Lanús estaba clausurada para alojar detenidos, pero lo seguían haciendo por lo que el juez de Lomas de Zamora Jorge López, para evitarlo, dispuso sacar la puerta de los calabozos o bien llenarlos con objetos secuestrados para que sean inutilizados.
El juez Eduardo Eskenazi dispuso una mesa de diálogo con las autoridades ante un hábeas corpus colectivo y hasta fijó la capacidad de varios penales cruzando datos.