La harina es uno de los productos más utilizados en la cocina por el ser humano, clave en recetas tanto de panadería como pastelería. Su estado final se obtiene de la molienda del trigo, aunque hay varios tipos, con distintos componentes.
Pocos saben que hay variantes del producto con pequeñas diferencias, pero que pueden ser clave para lograr las mejores preparaciones en la cocina. Estos cambios entre cada una pueden influir en las recetas finales.
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La 000 y la 0000, las harinas más consumidas y disponibles en los supermercados tienen diferencias que no son tan conocidas por las personas que no se dedican a la gastronomía o no tienen tantos conocimientos sobre estos temas.
Pocos lo saben: cuáles son los componentes de la harina
- Azúcar: aunque están presentes en una cantidad mínima, son claves para el leudado.
- Almidón: componente de todos los cereales que facilita el proceso de fermentación.
- Materia grasa: pueden perjudicar la calidad del producto si pasa mucho tiempo desde su producción.
- Proteínas: múltiples de estas están presentes en la harina.
- Minerales: puede afectar el color final del producto. Por esto algunas harinas son más blancas que otras.
- Gluten: es la proteína responsable de que la harina de trigo sea panificable.
La diferencia entre la harina 000 y la 0000: cómo influye en las recetas
Aunque la harina 000 y la 0000 son las más populares del mercado, también hay otras que cuentan con pequeñas diferencias y que conocerlas pueden cambiar la decisión de compra si se está pensando en una receta particular.

La harina integral es la que contiene todas las partes del trigo. Es más nutritiva y fácil de digerir. La 0 y la 00 se obtienen de la parte más cercana al salvado y son utilizadas para preparaciones de galletas.
Otra distinción se puede hacer entre harinas duras y blandas. Estas se diferencian por su contenido proteico, siendo las primeras de mayor propiedad de proteína y las segundas de menor cantidad.
La 000 es la más común, sobre todo para recetas que necesitan mejor calidad panadera. Su alto contenido de proteína permite la formación de gluten por lo que es un producto ideal para hacer panes, ya que permite mantener una mejor forma, sin que se deforme la masa.
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Por otro lado, la 0000 tiene escasa formación de gluten, por lo que se suele utilizar más para la parte pastelera. Con este tipo de harina no se puede generar una masa firme, por eso se usa más para las tortas. Es la más refinada y al tener ciertos minerales presentes, termina teniendo un color más blanco.
También se suele vender la harina leudante, que es la 0000 con un agregado de polvo para hornear y sal fina. Esta facilita el rápido levado, por lo que puede agilizar los procesos al cocinar ciertas recetas en casa. Se puede formar de manera casera, al agregarle a la harina cuatro ceros los otros elementos.
Existen, por otra parte, harinas que provienen de otros cereales y se utilizan en la cocina, aunque no son tan conocidas como las principales. De arroz integral, de almendra o de quinoa son algunos ejemplos de estos productos.

Estas pueden ser una gran opción para recetas con menos calorías, como además, para el consumo de personas que sufren la enfermedad de la celiaquía. La intolerancia al gluten, uno de los principales elementos en la harina de trigo, no permite a estos individuos consumir la harina tradicional sin tener consecuencias para su organismo.
Aunque estos productos alternativos no tienen el mismo resultado para las recetas que el tradicional, si permiten que los celíacos puedan tener mayor acceso a un repertorio de preparaciones que elimina cierta limitación en su alimentación.



