La lengua de suegra, también conocida como sansevieria, es una de las plantas más resistentes y populares. Sin embargo, hasta la más fuerte puede sufrir si no recibe los cuidados correctos.
Cuando las hojas se vuelven blandas o amarillentas, no hay de qué preocuparse, ya que existen ciertos trucos para que vuelvan a lucir firmes y verdes.
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Antes de comenzar, es importante saber los motivos por los que esta planta tiende a tener sus hojas secas: exceso o falta de agua, poca luz o frío extremo.
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Cómo salvar tu lengua de suegra
- Sacá la planta de la maceta: si las raíces están negras, blandas o con mal olor, es una señal de que hay pudrición. Luego, cortá todas las raíces podridas con una tijera limpia y dejá solo las partes firmes y sanas.
- Dejá secar la base: si el problema fue el exceso de agua, es clave dejar la base de la planta (el rizoma) fuera de la tierra durante 24 a 48 horas en un lugar ventilado. Así cicatriza y evitás que aparezcan hongos.
- Replantá con el sustrato correcto: usá una maceta con buen drenaje y después mezclá tierra común con arena gruesa para que no se encharque. Plantá la lengua de suegra y no la riegues enseguida. Esperá entre 2 y 3 días antes de darle el primer riego, que debe ser muy suave.
- Elegí el mejor lugar de la casa: colocala en un sitio con luz indirecta brillante, lejos de corrientes de aire frío. No necesita sol directo, pero sí buena iluminación para recuperarse.
Con estas recomendaciones, podrás revivir a esta planta que es ideal para decorar cualquier hogar.
