Buenos Aires suma nuevas conexiones de colectivos para facilitar el transporte entre barrios clave del AMBA. Dos líneas muy utilizadas incorporaron recientemente tramos estratégicos que mejoran la -conectividad y responden a los reclamos de los usuarios. Una ya está funcionando en el sur del Conurbano y la otra fue anunciada por el Gobierno porteño para mejorar la circulación en el centro y sur de la Ciudad de Buenos Aires.
El nuevo ramal de la línea 338
La línea 338 de la empresa TALP, muy conocida en el Conurbano bonaerense, sumó un nuevo tramo que une Cruce Varela con la ciudad de La Plata, pasando por el Camino General Belgrano. Este cambio fue bien recibido por los pasajeros habituales, quienes celebraron que ahora cuentan con una forma más rápida y directa de llegar a la capital bonaerense.
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Este nuevo ramal se agrega al recorrido tradicional que circula por el Camino Centenario, el cual tiene más de dos décadas en funcionamiento. Con esta alternativa, quienes viven en zonas como Florencio Varela o Berazategui ahora pueden elegir una opción que les ahorra tiempo y evita los clásicos embotellamientos y desvíos del recorrido original.
La mejora en la conectividad es clara, especialmente para los pasajeros que necesitan un servicio más ágil y eficiente. Según testimonios de usuarios frecuentes, esta modificación responde a un pedido largamente esperado, y ya se perciben los beneficios en términos de velocidad y accesibilidad.
Pese al entusiasmo generalizado, no todo son buenas noticias. Desde abril, la empresa TALP dejó de ingresar a la Terminal de Ómnibus de La Plata, una decisión que sigue generando reclamos entre los pasajeros. En su lugar, los colectivos finalizan el recorrido en la intersección de las calles 9 y 44, retomando por calle 4 para seguir hacia su destino.
En detalle, los colectivos retoman hacia La Plata por 4 y 44, y hacia Cruce Varela / San Justo / Morón por 4 y las calles 42 o 43, para luego empalmar en 8 y 44. Esta nueva logística complica la llegada de los usuarios que dependen diariamente del acceso a la terminal, sobre todo aquellos que deben hacer combinaciones con otros medios de transporte.
En paralelo, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires confirmó una modificación importante en la Línea 118, que conectará el Barrio 21-24 con Plaza Miserere mediante un nuevo tercer ramal. Esta medida busca facilitar el acceso desde una de las zonas más postergadas del sur porteño hacia el centro, promoviendo una red de transporte más equitativa y funcional.
El nuevo recorrido, denominado Ramal C, se sumará a los existentes y funcionará en días hábiles. Tendrá horarios de ida a Plaza Miserere entre las 6 y las 22, y de regreso al barrio entre las 7 y las 23. La intención es descomprimir las rutas actuales y ofrecer una alternativa más directa para quienes viajan hacia puntos estratégicos de la ciudad.
Las paradas del nuevo Ramal C de la línea 118
El trayecto propuesto del nuevo ramal incluye paradas en Avenida Jujuy, Avenida Pueyrredón y Zepita, hasta llegar a Plaza Miserere. Este corredor urbano permitirá que los pasajeros se conecten más fácilmente con líneas de subte, trenes y otros colectivos, al tiempo que mejora la circulación dentro del barrio.
Además, el proyecto no fue impuesto de manera unilateral: los vecinos pudieron opinar a través de un foro de participación ciudadana convocado por el Ministerio de Infraestructura de CABA, lo que refuerza la idea de que las modificaciones responden a necesidades reales de la comunidad.
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Con estas nuevas medidas, el transporte público en Buenos Aires y su área metropolitana da un paso clave para mejorar la experiencia de los usuarios. Por un lado, el nuevo ramal de la línea 338 acerca más y mejor a los bonaerenses a la capital provincial, y por otro, el futuro ramal de la línea 118 promete reducir las distancias entre los barrios más alejados y el centro porteño.
Ambas iniciativas tienen un objetivo común: hacer que el sistema de colectivos sea más eficiente, inclusivo y conectado. Aunque aún quedan reclamos pendientes —como el ingreso a la Terminal de La Plata—, estos avances muestran que una mejor movilidad urbana es posible cuando se escucha a los usuarios y se planifican soluciones concretas.
