Los tubos del papel higiénico suelen ser residuos habituales en los hogares: una vez que finaliza la vida útil del producto, los cilindros se tiran inmediatamente. Sin embargo, se trata de material reciclable que se puede reutilizar para diferentes cuestiones. En las últimas semanas, se viralizó el posteo de un jardinero en el que mostró cómo empleó el cartón para hacer crecer pequeñas plantas.
El profesional decidió llevar a cabo una iniciativa doméstica con un objeto que se encuentra en la mayoría de las casas. En esta oportunidad, tomó el rollo para realizar un semillero biodegradable, que además es ideal para que el vegetal siga su proceso natural en condiciones óptimas. De todas formas, algunos usuarios notaron que había moho en los laterales de los tubos.
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El experto, en ese contexto, explicó que los hongos no generaban peligro alguno para los plantines. En principio, su aparición corresponde a una reacción común provocada por la humedad constante que afecta únicamente al material, no así a los brotes en cuestión. La irrupción fúngica, además, puede evitarse siempre y cuando se mejore la ventilación y se asegure una exposición a la luz regular.
Cómo se realizan las macetas con tubos de papel higiénico
Las improvisadas macetas son relativamente sencillas de elaborar: por lo pronto, hay que cortar el cilindro por la mitad, hacerle unas pequeñas incisiones en un extremo y doblarlas para formar la base. La estructura está diseñada para que la tierra quede retenida y que las semillas germinen sin la necesidad de añadir recipientes plásticos.
Después de que las plantas sean trasplantadas a un jardín o a jarrones más grandes, el cartón se puede enterrar directamente, debido a que es compostable y biodegradable, dándole paso a las raíces. En cualquier caso, sigue sirviendo para crear otros proyectos como lapiceras y hasta comederos para pájaros, sobre todo si se cuenta con un espacio amplio al aire libre para dejar mijo y alpiste.
Las alternativas más creativas para reciclar el cartón
Por supuesto, el tubo sirve como organizador y almacenamiento: se puede pegar o enlazar para ordenar cables; emplearlo como separador en cajones; colocar lápices y rotuladores de manera económica; y es fundamental para guardar pañuelos de papel y de tela. En cuanto a la jardinería, otra opción es usar los rollos para agregarlos a un compost con el objetivo de airear el suelo y acelerar la descomposición.
Los cilindros, a su vez, ofician como encendedor para iniciar el fuego en contextos de camping y fogatas. Además, se pueden limpiar de manera eficaz las grietas de la aspiradora, que muchas veces son complicadas. Incluso, para aquellos que se dan maña con las manualidades, pueden hacer las veces de lámparas: para ello, se cortan agujeros para dejar pasar la luz, se introduce un casquillo y se añade una bombilla.
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En trends de TikTok y otras redes sociales como Instagram, también se propuso una actividad para grandes y chicos con los rollos: es efectuar una flor huevera, para lo que se debe pintar, forrar, cortar en tiras y redondear las puntas para armar huecos que sostengan los huevos. Asimismo, otra alternativa es cortar anillos de diferentes grosores y pegarlos a modo de estanterías.
La intención primigenia es reducir lo máximo posible los desechos y darle una segunda oportunidad a objetos que iban camino a tener un final anticipado. Con un poco de creatividad e ingenio, es posible sacarle lustro a un tesoro capaz de renovar el hogar y cada uno de sus ambientes.
