Cuando pelamos el ajo, lo primero que hacemos es tirar su cáscara a la basura porque no le vemos ninguna utilidad. Lo que pocas personas saben es que esta parte de la verdura puede ser muy beneficiosa para usar en jardinería.
Los expertos en plantas sugieren que la cáscara de ajo puede convertirse en un recurso valioso para el cuidado de ellas. Se trata de un truco sencillo, poniéndolas en agua, que ayuda a aprovechar al máximo sus propiedades.
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¿Por qué usar agua de cáscaras de ajo en las plantas?
Las cáscaras contienen nutrientes y antioxidantes que, al infusionarse en agua, enriquecen el suelo y promueven un crecimiento saludable, por lo que funciona como un fertilizante natural.
Además, el ajo es conocido por sus propiedades antibacterianas, antifúngicas y repelentes, lo que ayuda a controlar las plagas, como los ácaros y hongos dañinos. De esta manera, las plantas podrán crecer más fuertes y resistentes.
Cómo preparar y usar el agua de cáscaras de ajo para tus plantas
- Lavá bien las cáscaras para eliminar restos de tierra o polvo.
- Ponelas en un recipiente de vidrio con agua, preferentemente tibia.
- Dejalo reposar a temperatura ambiente entre 8 y 12 horas para que el agua se infusione.
- Colá el agua para eliminar los restos sólidos.
- Luego, usá el agua para regar la base de tus plantas, evitando mojar en exceso las hojas para prevenir hongos.
- Aplicá una vez por semana o cada 10 días para mejores resultados.
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Precauciones a tener en cuenta
Es importante tener en cuenta no usar agua que haya reposado más de 24 horas para evitar la proliferación de bacterias.
Por otro lado, es clave no usarlo en exceso, ya que algunas plantas pueden ser sensibles al ajo. Por eso, tené en cuenta cómo reaccionan tus plantas y ajustá la frecuencia si es necesario.
Con este simple truco, podés transformar un residuo de cocina en un poderoso aliado para tu jardín. ¿Lo conocías?
Valor nutricional del ajo
Por cada 100 gramos crudos, el ajo aporta unas 149 calorías, con un contenido significativo de carbohidratos (33,1 g), proteínas (6,4 g) y una baja cantidad de grasas (0,5 g).
Además de esto, también es una buena fuente de fibra (2,1 g) y destaca por su aporte de vitaminas y minerales. Contiene vitamina C (31,2 mg), vitamina B6, pequeñas cantidades de otras del complejo B y minerales como calcio (181 mg), potasio (401 mg), fósforo y hierro.
