Limpiar el horno suele ser una de las tareas más engorrosas de la cocina. La grasa acumulada, los restos de comida quemada y el mal olor hacen que muchos recurran a productos abrasivos o a mezclas caseras como el vinagre o el bicarbonato.
Sin embargo, existe un ingrediente muy común que puede facilitarte esta tarea más de lo que imaginás.
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Se trata del limón, una fruta con propiedades desengrasantes, desinfectantes y desodorizantes. Su ácido cítrico disuelve la grasa pegada, incluso la más difícil, y deja un aroma fresco que elimina los malos olores del horno.

Además, es seguro para usar en superficies que están en contacto con alimentos, a diferencia de muchos limpiadores industriales.
Cómo usar el limón para limpiar el horno
- Cortá dos o tres limones al medio y exprimí el jugo en una fuente resistente al calor.
- Colocá también las cáscaras exprimidas en la fuente.
- Llená con un poco de agua y meté la bandeja en el horno.
- Encendelo a temperatura media por 30 minutos. El vapor del limón aflojará la grasa.
- Una vez que se enfríe, pasá un paño: la suciedad saldrá sin esfuerzo.
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El limón no solo corta la grasa gracias a su acidez, sino que también actúa como bactericida natural. El calor del horno activa aún más sus propiedades, al hacer que la suciedad se desprenda sola. Es una solución ideal para quienes buscan opciones naturales, económicas y efectivas para la limpieza del hogar.