Cuando pensamos en insectos molestos, se nos ocurre pensar en mosquitos o moscas, pero con el frío desaparecen hasta que vuelva el calor. Sin embargo, durante estos meses hay un pequeño bicho que puede meterse en nuestra casa y provocarnos un dolor de cabeza.
Se trata de las chinches de cama, que se esconden en los colchones, sábanas y muebles. Estos insectos no son transmisores de enfermedades, pero sus picaduras son intensas y pueden provocar reacciones alérgicas.
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Por qué aparecen en invierno
Las chinches de cama buscan refugio en lugares cálidos y oscuros, lo que hace que tu cama sea el lugar ideal para ellas. Además, el aumento del uso de calefacción en los hogares crea un ambiente propicio para su proliferación.
Durante los meses fríos, es común tener la casa cerrada, algo que reduce la ventilación. Por otro lado, la calefacción aumenta la temperatura y la humedad en interiores, provocando que estos bichos se reproduzcan.

Cómo identificar a una chinche de cama
Detectar la presencia de chinches de cama puede ser complicado debido a su tamaño diminuto. Sin embargo, hay señales que pueden alertarte sobre su presencia:
- Manchas oscuras en las sábanas o el colchón, que son restos de sus excrementos.
- Pequeñas picaduras en la piel, generalmente en línea o agrupadas.
- Olor dulce y desagradable en la habitación, característico de una infestación severa.
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Qué hacer si tengo chinches de cama
Si sospechás que tenés chinches de cama, es importante actuar rápidamente y seguir estos pasos para evitar que se propaguen:
- Lavar la ropa de cama y las prendas afectadas con agua caliente.
- Aspirar cuidadosamente el colchón y las áreas circundantes.
- Sellar grietas y hendiduras en muebles y paredes.
- Considerar la ayuda de un profesional en control de plagas para una solución efectiva