Entre todos los lugares posibles de una casa, muchos perros eligen la almohada de sus cuidadores para dormir. Aunque a simple vista puede parecer una conducta tierna o incluso caprichosa, este comportamiento tiene un trasfondo emocional y profundo que vale la pena entender.
La Red Zoocial, una reconocida plataforma dedicada a los animales, explica que este hábito está estrechamente ligado al vínculo afectivo que los perros crean con sus cuidadores. Dormir sobre la almohada no es un acto aleatorio, sino una forma de buscar seguridad, afecto y cercanía.
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¿Por qué tu perro elige tu almohada?
Los perros son animales sociales que encuentran consuelo en el olor y la presencia de sus humanos. Tu almohada está impregnada de tu aroma, algo que para ellos representa un espacio seguro y reconfortante.
“Al elegir dormir en nuestra almohada, nuestro perro nos está demostrando que se siente seguro y protegido en nuestra presencia”, explican los expertos de Veterinarias San Juan, citados por La Red Zoocial.
Para tu perro, este objeto se convierte en un símbolo emocional del vínculo que comparten. Es su forma de decirte: “Me siento bien con vos. Acá estoy tranquilo”.
¿Es malo dejar que duerma con vos?
No necesariamente. De hecho, dormir con tu perro puede traer beneficios emocionales tanto para vos como para él. Según datos compartidos por La Red Zoocial, la American Pet Products Association encontró que el 41% de los perros duermen con sus dueños, especialmente los de razas pequeñas y medianas.
El veterinario Gabriel Rojas, de la clínica Ottovet en Bogotá, aclara que no hay problemas en compartir la cama, siempre que no existan alergias o condiciones médicas que lo contraindiquen. Además, la cercanía con una mascota puede aumentar los niveles de oxitocina (la hormona del amor) y reducir el cortisol (la hormona del estrés).
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Aunque esta práctica puede ser positiva, La Red Zoocial advierte sobre la importancia de establecer límites saludables. Dormir demasiado tiempo juntos podría generar ansiedad por separación si tu perro no tiene un espacio propio donde descansar cuando vos no estás.
Los especialistas recomiendan:
- Proporcionarle su propia cama.
- Estimularlo física y mentalmente.
- Tener rutinas claras de alimentación y juego.
- Consultar con un etólogo si surgen problemas de comportamiento.
