Las tablas de plástico fueron las preferidas en miles de cocinas durante años debido a que eran livianas y económicas. Sin embargo, cada vez más expertos en cocina y limpieza coinciden: no son la mejor opción.
Lo que ocurre con este material es que se rayan fácilmente, acumulan bacterias y suelen deteriorarse rápido. Por eso, hoy en día existe un material mucho más resistente e higiénico.
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El nuevo favorito es la tabla de madera de calidad, especialmente las de madera maciza como el nogal, roble o bambú. A diferencia del plástico, la madera tiene propiedades antibacterianas naturales y, si se la cuida bien, puede durar años sin deformarse ni mancharse.
Aunque se cree que la madera es menos higiénica, en realidad estudios demostraron que las bacterias que quedan en una tabla de plástico pueden sobrevivir durante días en los surcos provocados por los cuchillos. En cambio, en la madera, las bacterias son absorbidas y eliminadas con mayor rapidez, siempre y cuando se realice una limpieza adecuada después de cada uso.
Consejos para cuidar una tabla de madera y prolongar su vida útil:
- Lavala con agua caliente y un poco de detergente, sin dejarla en remojo.
- Secala inmediatamente con un trapo limpio para evitar que se hinche.
- Cada 1 o 2 semanas, aplicá aceite mineral o aceite apto para cocina para hidratarla.
- No la uses para cortar carne cruda si no podés higienizarla correctamente después.
- Evitá colocarla cerca del fuego o bajo el sol directo para que no se deforme.