Una investigación realizada por especialistas en alfabetización y desarrollo infantil sugiere que es posible identificar desde una edad temprana si un bebé tiene potencial para alcanzar el éxito. Esta característica puede detectarse incluso antes de que aprenda a leer, aunque su desarrollo dependerá en gran medida del acompañamiento y estímulo que reciba por parte de sus padres.
Los científicos demostraron que fomentar el lenguaje en el niño a temprana edad permite una mayor comprensión lectora y otros efectos positivos para su vida. La investigadora Maya Payne Smart, escritora de “Reading for our lives” (“Leyendo para nuestras vidas”, en español), sostiene que la lectura es un factor decisivo en el desarrollo cognitivo, social y emocional del niño.
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Más allá del tradicional cuento antes de dormir, hay estrategias concretas que, si se aplican a diario, moldean un cerebro lector desde muy temprano. Cuanto antes se expone al niño al lenguaje, mayor será su comprensión lectora y una de las predicciones del éxito educativo y laboral en el futuro.
Las estrategias que ayudan a que el niño se interese por la lectura
Según Maya Payne Smart, no se debe esperar a que el niño llegue a edad académica para que se interese por los libros, sino fomentarlo desde temprana edad. Para eso, hay diversas estrategias:
- Conversar incluso con el balbuceo: responder a los sonidos del bebé refuerza la conexión emocional y establece las primeras bases del lenguaje. No se trata solo de hablar, sino de escuchar e interactuar con intención.
- Hacer preguntas y esperar la respuesta: a pesar de que el bebé no sepa responder, darle tiempo para procesar refuerza su pensamiento y amplía su vocabulario, lo cual es fundamental para el diálogo y la reflexión.
- Hablar de los sonidos, no solo de letras: esto implica explicar cómo suenan cada una de las letras, ya que es mucho más útil para la decodificación al leer. Relacionar letras con sonidos es importante para la alfabetización temprana.
- Jugar con las palabras: se pueden usar rimas, canciones o trabalenguas, ya que la capacidad de identificar y manipular los sonidos dentro de las palabras puede entrenarse a través del juego.
- Aprovechar cada momento del día para leer y hablar: no esperar solamente a la lectura de noche para fomentar el lenguaje. En cualquier momento se puede descubrir una palabra, objetos o compartir historias.
Para la investigadora, la lectura desde la temprana edad fortalece el autoestima, la comunicación y la capacidad de enfrentar nuevos desafíos. De acuerdo con los científicos, quienes aprendan bien desde temprano, están preparados para afrontar el futuro.
