El joven británico Robert Mfune cumplió el sueño que tienen miles de personas con apenas 19 años: tras una adolescencia humilde y una experiencia laboral que comenzó limpiando baños en la sucursal de un McDonald’s, se transformó en un reconocido magnate con expertise en el mundo de las finanzas. El esfuerzo que le imprimió a sus estudios mientras llevaba a cabo sus tareas rutinarias en la casa de comidas rápidas acabó por rendir frutos.
El inglés, que en la cadena de comidas rápidas tuvo su primer trabajo, se inscribió en simultáneo a un curso de inversión financiera con su pequeña computadora. Aquella herramienta también lo ayudó a aprender conceptos básicos en Opciones Binarias, un concepto que tiene como objetivo emplear dinero en acciones de manera online sin pagar comisiones, tasas ni spreads. Por supuesto, su olfato en la materia colaboró para que evitara eventuales estafas ponzi y otras modalidades de engaño.
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Se empapó de la técnica ya que se había desempeñado como becario en una empresa y se interesó en los conocimientos que habían asimilado los trabajadores. Con ojo clínico y un poco de paciencia, comenzó a invertir al menos 10 dólares mientras aseaba los sanitarios. Para colmo, sus propios compañeros no lo tomaban en serio ya que ni siquiera oficiaba en línea de caja o preparaba las comidas en la cocina.
Robert Mfune: cómo pasó de invertir 10 dólares a un auto de edición limitada
En principio, el proceso de especulación lo realizaba desde el cuarto de su casa en la ciudad de Southampton, siempre con la noción de las fluctuaciones que podían aparecer en los mercados semana a semana. Como todavía era menor de edad, utilizaba su propia plata pero a nombre de su madre, lo que lo llevó a adquirir ganancias pequeñas. Sin embargo, no las malgastaba para beneficio personal sino que las reinvertía.
Tan solo un año después, el chico abandonó su puesto envalentonado por los ingresos extra que le generaba su pericia y se aventuró tanto en cafeterías como en bienes raíces. Rápidamente, pasó a tener cuotapartes de los emprendimientos y, a los 19, ya contaba con el primer millón ahorrado en su cuenta bancaria. Con esa mini fortuna, recompensó a su mamá: compró una nueva vivienda y hasta se dio el lujo de tener un Bentley único en el Reino Unido.
El auto, edición limitada en todo el territorio, costó alrededor de 170.000 dólares y sigue formando parte de su patrimonio. Su progenitora consideró excesiva la transacción, pero aún así el niño maravilla mostró que su devoción por los autos iba mucho más allá: amplió su garage y ahora también posee un Range Rover y un Bentley Continental GT. Ya con 25 años, Mfune fundó una compañía de su autoría.
La empresa con la que adquirió los derechos musicales de Sony
Se trata de “New Heights Entertainment”, que tiene a su cargo los derechos de Sony -solo la parte musical- en el continente africano así como también de otras firmas vinculadas al mundo del entretenimiento. Pese a los sucesivos éxitos de los que supo gozar, el británico no se olvidó de sus orígenes y reconoció que sus valores fueron fundamentales para ser uno de los pocos millonarios de su país natal.
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“Cuando era un niño aprendí algunas cuestiones porque siempre estaba con personas bien informadas. Con todo eso me fui de casa e hice una investigación para luego crear un usuario de operaciones con el nombre de mi madre, por motivos legales. Hubo un punto en el que ella me dijo ‘tenés que dejar de hacer esto’, así que regresé a mis estudios. Y acá estoy, con nueve millones de dólares”, concluyó el magnate, cuya inventiva lo catapultó a la fama.
