La panceta es un embutido muy usado en la cocina argentina, tanto para acompañar picadas como para realzar el sabor de guisos, pastas y asados. Sin embargo, su correcta conservación es clave para evitar que se endurezca, se oxide o pierda su sabor.
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Si bien mucha gente cree que almacenar la panceta en un tupper hermético o dentro de una bolsa plástica es la mejor opción, esto puede generar humedad, lo que acelera su deterioro y favorece la aparición de moho.
¿Cómo conservar la panceta correctamente?
1. Envolverla en papel manteca o papel absorbente
Lo ideal es envolver la panceta en papel manteca o papel absorbente. Esto ayuda a regular la humedad y evita que la grasa se ponga rancia.
2. Guardarla en la heladera, pero en la parte menos fría
Colocarla en la zona menos fría de la heladera (generalmente en los cajones para fiambres y embutidos) evita que se endurezca demasiado.
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3. Si es envasada al vacío, es recomendable no abrirla hasta su uso
Si compraste panceta envasada al vacío, lo mejor es no abrir el paquete hasta que la vayas a consumir. Una vez abierta, seguí los pasos anteriores.
¿Se puede congelar la panceta?
La panceta se puede congelar sin problemas. Para hacerlo de manera correcta, es preferible cortarla en porciones pequeñas, envolverla en papel film o aluminio y guardarla en un recipiente hermético. De esta manera, puede durar hasta tres meses sin perder calidad.